A las 13:50 horas del día de hoy se ha producido el colapso de la cúpula del templo vallisoletano de la Santa Vera Cruz mientras se estaba trabajando en la restauración de la cubierta del crucero. La cúpula ha caído prácticamente en su totalidad sobre el suelo del crucero de la iglesia.

Así lo acaba de manifestar en un comunicado la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, erigida canónicamente en dicho templo, del cual además es propietaria. En una primera evaluación no se han detectado daños en el retablo mayor ni en los retablos que ocupan los altares de las naves laterales. Tampoco en las imágenes titulares de dicha corporación de penitencia, entre las que se encuentran tallas magistrales del escultor e imaginero barroco Gregorio Fernández como el Señor atado a la Columna (1619), la Virgen de los Dolores de la Vera Cruz (1623) o el conjunto escultórico del Descendimiento de Cristo (1623).

Según ha informado la empresa constructora Fernando Rivero e Hijos S.L. a la Cofradía, seis de sus operarios estaban trabajando sobre los andamiajes que rodeaban la cúpula en el momento de su colapso, contando todos ellos con equipos de protección individual y habiéndose adoptado todas las medidas de seguridad pertinentes. Por fortuna, no hay que lamentar tampoco daños personales.

Además, desde el 24 de junio, como medida preventiva, la Cofradía había decidido cerrar la iglesia de la Santa Vera Cruz al detectarse patologías en la cúpula.

A la mayor brevedad posible se acometerá, primero, el desescombro del interior del templo, tras lo cual la Cofradía procederá al traslado de sus titulares a otras iglesias de Valladolid. Al respecto, la Santa Vera Cruz manifiesta su agradecimiento a las hermandades y cofradías de la ciudad que han ofrecido sus templos para resguardar las imágenes, así como al Ayuntamiento de Valladolid, la Junta de Castilla y León y la Subdelegación del Gobierno en Valladolid por el apoyo y colaboración ofrecidos tras el suceso.

La historia del templo de la Cofradía Penitencial de la Santa Vera Cruz, la penitencial más antigua de Valladolid, se inició en 1580, cuando el ayuntamiento vendió a aquélla, previa autorización real, un antiguo solar entre las calles de la Rúa Oscura y del Azoguejo. El arquitecto Pedro Mazuecos el Viejo resolvió la factura que habría de tener el edificio penitencial, para lo cual tuvo presente su privilegiada ubicación. Por su parte, el carpintero y alarife Cosme de Azcutia se encargó de la ejecución de acuerdo a las trazas del primero. Posteriormente, en 1595, Diego de Praves asumió el diseño de la fachada; una especie de gran telón que cierra la vía de Platerías, organizado en dos cuerpos y tres calles, donde se concede especial protagonismo a la portada con arco de triunfo y al balcón del cuerpo superior.

En 1665 se resolvió la ampliación del edificio, respetando la obra de Praves. Fue Juan Tejedor quien se hizo cargo de este proyecto: ofreció una iglesia de tres naves, separadas por pilares cuadrados, con un amplio crucero sobre el que se erige la esbelta cúpula que se ha desplomado, nave mayor y nave del crucero cubiertas por bóveda de cañón peraltada, y una amplia tribuna que recorre las naves laterales y los pies del templo.

FUENTES

MARTÍNEZ RUIZ, María José. "La sociedad vallisoletana ante el proyecto de demolición de la iglesia penitencial de la Vera Cruz (1911-1936)", en Boletín del Seminario de Estudios de Arte y Arqueología (BSAA), n º 72-73, Ediciones de la Universidad de Valladolid, 2006-2007, p. 274.