NUEVA OBRA DE MIGUEL ÁNGEL VALVERDE PARA HUELVA

Con información de Sergio Neira Cisneros (13/03/2009)


 

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El primer simulacro de Jesús con la cruz a cuestas concebido por el reconocido escultor e imaginero carmonense es, hasta la fecha, una de sus mejores creaciones de carácter pasionista. La imagen, de anatomía completa, tamaño natural y brazos articulados para disponer al Varón maniatado, a modo de Cristo Cautivo, presenta abundancia de llagas sanguinolientas debido a los tormentos padecidos. En algunos casos, no sólo quedan impresas en la pálida policromía del Nazareno, sino también gubiadas en la madera, destacando las fisuras de las rodillas, provocadas en este caso por las caídas sufridas en su penosa andadura hacia el Monte Calvario.

La corona, tallada en el mismo bloque craneal, posee medio centenar de punzantes espinas que provocan numerosas vías de sangre en la cabeza, las cuales recorren el demacrado semblante, destacando el gran caudal que atraviesa la garganta -detalle muy característico del autor-, y los regueros que manan de la cavidad nasal y el interior de la oreja. La boca, abierta y jadeante, tiene la lengua y las piezas dentales talladas. Se observa también una fuerte contusión en el pómulo izquierdo.

La oscura cabellera, recogida a la usanza hebrea, se organiza en apelmazadas ondas. El mechón más largo, levemente separado del resto, cae sobre el hombro derecho, contribuyendo así a la sensación de movimiento de una escultura labrada en actitud itinerante, con la pierna izquierda casi sobresaliendo de la peana, soportando todo el peso del madero que porta el Nazareno sobre su hombro izquierdo, estando la pierna derecha totalmente extendida, levantando ligeramente el talón del rugoso pavimento, en una amplia zancada.

Al ladear la cabeza hacia el lado derecho, se produce una fuerte contractura muscular en el cuello de Jesús, cuya mirada delata a un Redentor humilde y entregado que está a punto de culminar el camino hacia la Crucifixión. Las manos, grandes y venosas, abrazan un leño que pretende salir de los habituales estereotipos en este tipo de hechuras, ya que imita fielmente la madera usada, recreando incluso zonas apolilladas.

Si pulsan en el icono que acompaña la noticia, podrán ver más fotografías de una pieza que recuerda los modelos del también carmonense Francisco Buiza Fernández, maestro imaginero de cuyo estilo Miguel Ángel Valverde Jiménez siempre se ha considerado rendido admirador. Ha recibido la advocación de Jesús de la Salvación por la feliz recuperación de un joven onubense que, tras padecer un grave accidente de tráfico por culpa de un conductor ebrio, estuvo ingresado durante un mes en el Hospital Virgen del Rocío de Sevilla, donde casi fue deshauciado por los médicos, pasando unos días en coma con unas estampas en sus manos de dos venerados Nazarenos onubenses: el de la Madrugada y el del Calvario, obras de Sebastián Santos Rojas y Antonio León Ortega, respectivamente. No se descarta que, en un futuro, pueda ser llevado en Via Crucis por las calles de Huelva.

 

Nota de La Hornacina: A partir de hoy viernes, y hasta el próximo miércoles,
18 de marzo, la imagen quedará expuesta en la Iglesia de la Anunciación de Sevilla.

 

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