Con esta obra, titulada Divina Maternidad, el joven escultor egabrense muestra su visión personal del tema de la Virgen de la Leche o Galactotefusa, representada en actitud de alimentar al Niño. Se trata de un simulacro de marcado cariz eucarístico y origen medieval -primero en la miniatura y luego en la pintura sobre tabla- cuyo significado nos lleva al Cuerpo de Jesús, llamado "alimento cristiano" por la teología cristiana.

Esta media efigie a tamaño natural ha sido modelada en terracota policromada al óleo -la Virgen lleva pestañas de pelo natural en los párpados superiores-, sin encargo previo por Adrián Valverde Cantero, la cual queda puesta a la venta. Madre e Hijo, tocados con preseas de orfebrería, intercambian cautivadoras miradas, "en el más puro sentimiento del amor materno" tal y como ha querido subrayar el autor.

Según Sonia Caballero Escamilla en su obra La Ascendencia Femenina de Cristo, por ser Jesús alimentado con la leche de la Virgen, el cristiano será alimentado con el cuerpo de Cristo y logrará de este modo la salvación. En este sentido serán múltiples las representaciones en las que la Virgen -imagen de intercesión en la presente iconografía- ofrece su propia leche al devoto, como el tema de la lactación de San Bernardo, entre otros.