NUEVA OBRA DE FRANCISCO ROMERO ZAFRA

25/05/2011

Nuevo Crucificado del escultor e imaginero Francisco Romero Zafra; en esta ocasión, para la parroquia de Santa María del Prat de la localidad barcelonesa de Llinars del Vallès. Es una talla en madera de cedro policromada al óleo, de tamaño natural y fijada por tres clavos a un madero arbóreo y de sección cilíndrica, en cuya parte superior aparece el llamado "titulus crucis" con la identificación del reo en tres idiomas. Será presentada y bendecida el próximo 29 de mayo en dicho templo por Josep Àngel Saiz Meneses, obispo de Terrassa (Barcelona).

El Crucificado aparece ya muerto, con la cabeza caída hacia el lado izquierdo. Su rostro refleja una dulce expresión de serenidad, mostrando los ojos y la boca cerrados y la espesa barba organizada, al igual que el cabello, en irregulares guedejas. La anatomía está bien trabajada, con corpulencia tanto en el tronco como en las extremidades, alargando ligeramente el artista las proporciones para proveer de mayor finura y esbeltez a la composición.

Resulta llamativa la hinchazón de las venas y de los músculos de los brazos, fruto de la extrema tensión, así como la disposición del perizoma, ceñido con varias vueltas de soga y formando complicados frunces y dobleces en las zonas del pubis, los muslos y los costados; sin embargo, especial atención, además del delicado semblante, se llevan las numerosas señales de heridas, golpes, latigazos y sangre -nuevamente, se recurre al empleo del vidrio rojizo para conseguir mayor impacto visual-, que prácticamente afectan a todas las partes del cuerpo.

La obra se acerca más a la estructura clásica y natural del Crucificado labrado en 2005 por Romero Zafra para la parroquia malagueña de Nuestra Señora de Gracia, que al crispado escorzo que muestra el Cristo Expirante o de la Expiración -hecho motivado también por las distintas iconografías tratadas dentro del dramático pasaje de la Crucifixión-, tallado en 2002 para La Victoria (Córdoba), su localidad natal -retocado por el propio autor cuatro años después-, aunque el barroquismo anatómico con fuertes efectos de claroscuro es idéntico en ambas piezas.

Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.

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