Hoy se ha bendecido la nueva imagen de Jesús con la cruz a cuestas realizada por el escultor e imaginero cordobés Francisco Romero Zafra para la Cofradía O Nazareno dos de Fóra, del municipio lucense de Viveiro. Tiene prevista su estación de penitencia el próximo Jueves Santo.

Se trata de una obra a tamaño natural, esculpida en madera de cedro, completamente anatomizada y policromada al óleo. Las carnaciones son macilentas, con moratones, latigazos, desgarros y otras señales de tortura. La cruz, cilíndrica y arbórea, es también de madera de cedro.

La particularidad de esta escultura es que, a pesar de haber sido realizada para vestir, no tiene los brazos articulados, como suele ser habitual en este tipo de piezas. Su postura, además, es muy inestable, ya que el autor lo ha representado a punto de caer exhausto, tras tropezar con las piedras del camino.

El rostro, enmarcado por guedejas onduladas, refleja profundo dramatismo por la expresión de dolor que denota su boca abierta. No menos dramático resulta el cuerpo, que pese a su aparente fortaleza, manifiesta su martirio a través de las copiosas heridas y gotas de sangre, para las que se ha usado vidrio rojizo.

La túnica deja al descubierto ambos hombros y parte del torso, y está abierta por delante, lo que permite ver también la pierna izquierda e incluso un fragmento del paño de pureza -tallado en la misma pieza, al igual que la corona de espinas-, en cuyo dorso ha dejado Romero Zafra su firma.