Santísimo Cristo Amarrado a la Columna, una escultura tallada en madera de cedro real y policromada a la técnica del óleo. Estará expuesta desde el 28 de marzo hasta después de la próxima Semana Santa en el Real Círculo de la Amistad - Liceo Artístico y Literario de Córdoba (Calle Alfonso XII, 13) para que el público pueda contemplar un bello ejemplar de una iconografía muy frecuente dentro del ciclo de la Pasión.

Como su título indica, representa a Jesús en el momento de la flagelación, burla y humillación que sufrió por parte de los soldados romanos. En este caso, la columna es de tipología baja, con grilletes en su parte superior y unas tonalidades que imitan el mármol Giallo Siena. El codo del brazo izquierdo se apoya sobre el ábaco o extremo superior de la columna, mientras el pie izquierdo lo hace sobre el peldaño o base de la misma.

Pese a su aparente fortaleza, el cuerpo del Señor, con el torso ligeramente girado hacia la izquierda, manifiesta el martirio infligido a través de las copiosas heridas, moratones, latigazos, desgarros y otras señales de tortura, causadas no solo por los flagelos, sino por golpes y otros maltratos recibidos por los verdugos. En las gotas de sangre se ha usado vidrio rojizo, elemento habitual en las obras pasionistas de Romero Zafra.

Muy original es el paño de pureza del Cristo, con nudo sobre el costado derecho y angulosos pliegues. Respecto a su dramático rostro, levemente ladeado hacia la derecha, muestra los llorosos ojos con el iris policromado en tonos azules. La expresión de dolor por la tortura ocasionada por la flagelación se halla reflejada también por el reconocido escultor e imaginero mediante rasgos como la boca abierta y la mirada perdida hacia arriba.