JESÚS CEPEDA RECIBE EL XVII PREMIO LA HORNACINA

Pichi Gardel (13/12/2023)


 

 

El escultor e imaginero sevillano Jesús Cepeda fue reconocido el pasado domingo, 3 de diciembre, con la entrega del XVII Premio La Hornacina por su Cristo Resucitado para Bilbao. La obra, que actualmente se encuentra en el Museo de Pasos de Semana Santa de la capital de Vizcaya fue la escultura sacra preferida de los internautas del portal dentro de las presentadas en el mismo a lo largo del pasado año 2022, obteniendo el 17,6 % de los votos.

El acto de entrega del galardón en su última edición tuvo lugar a partir de las 18:00 horas, aproximadamente, en el presbiterio de la Basílica-Santuario de María Auxiliadora (Sevilla), actuando Jesús Miguel Lillo de maestro de ceremonias. Además del galardonado y de los directores de La Hornacina, Jesús Abades y Sergio Cabaco, estuvo presidido por Emilio Ramírez, historiador y coordinador de la Escolanía Salesiana, y Manuel López Luna, presidente de la Archicofradía de María Auxiliadora Coronada.

Numeroso público acompañó en el evento a Jesús Cepeda, quien eligió personalmente el lugar por su condición de antiguo alumno salesiano y su profunda vinculación con el templo y sus responsables.

 

 
 

 

Jesús Abades agradeció a los asistentes su presencia y a los encargados de la basílica su acogida. A continuación, comentó los orígenes del premio: "una encuesta a historiadores y artistas, pionera en su género, sobre sus esculturas sacras preferidas a lo largo de la historia". Fue tal la acogida obtenida entre público y crítica, que decidieron "trasladarla a las obras presentadas en el portal ese mismo año, recibiendo el autor de la favorita una placa en plata de ley como reconocimiento a una labor que, en ciertos puntos del mundo como Andalucía, forma parte del "modus vivendi" de la ciudadanía, estando por encima de ideologías, creencias e identidades".

Según Abades, "la iconografía del Resucitado es la más difícil de recrear para un escultor especializado como Jesús, ya que históricamente no existe referente alguno en el que apoyarse, simplemente el misterio de la fe". El experto comentó la diversidad de interpretaciones que ha tenido entre artistas clásicos como Murillo o Maragliano, y modernos como Mariano Benlliure o Francisco Buiza.

Asimismo, Abades admiró la difícil tarea del galardonado a la hora de abordar dicha iconografía dos veces seguidas y de formas tan diferentes, "una más cercana y victoriosa y otra más espiritual y conectada con lo celestial", saliendo airoso en ambos casos: "nada más que por sus dos Cristos resucitados para Bilbao e Isla Cristina, Jesús Cepeda merece un sitio destacado en la imaginería actual, demostrando así que hablamos de un arte contemporáneo y vivo, que vive su auténtica Edad de Plata ahora y que tiene mucho que decir y que aportar a la creación escultórica contemporánea".

También elogió al premiado su triunfo para Bilbao, una ciudad "que es un auténtico reto en este tipo de arte, en contra de lo que muchos podrían pensar, ya que la calidad de las obras conservadas es de primer nivel, con autores barrocos como Raimundo Capuz y otros del siglo XX como Quintín de Torre". Por último, calificó a Cepeda como un ejemplo de lo que ellos llaman "Generación de La Hornacina" al haber bebido de los contenidos de la página desde sus inicios: "es un término que empleamos en broma al principio, pero que los imagineros en sus circunstancias han asimilado muy seriamente como propio, es como una Generación del 27 en su especialidad, algo que nos llena de inmenso orgullo".

 

 
 

 

A continuación, Sergio Cabaco comentó una faceta más íntima del escultor, tanto en el plano artístico como en el humano: "Jesús es un escultor clásico, de la vieja escuela, cuya honestidad se refleja en sus obras, un artista independiente que no cae en sectarismos ni vanidades y que es muy cercano y noble, lo que hace que sea muy aceptado por la clientela, incluso por la más exigente como la que estuvo detrás del Resucitado para Bilbao".

Para Cabaco, también muy vinculado con la comunidad salesiana, Jesús Cepeda es un artista "que ha ido forjando un estilo propio con el paso del tiempo, experimentando y superándose con cada una de sus obras", además de ser un creador que no se encasilla y se deja aconsejar: "sabe escuchar puntos de vista ajenos y ponerse en la perspectiva de quien piensa de manera distinta". También resaltó su valía personal, subrayando que es "muy amigo de sus amigos", y le deseó la mejor de las suertes en el futuro.

En la línea de Cabaco incidieron Emilio Ramírez y Manuel López Luna. El primero animó a Cepeda en el colegio "a abandonar lo industrial y dedicarse a lo artístico, dadas sus capacidades". Ramírez recordó cuando el galardonado, siendo niño le dijo que quería ser escultor-imaginero: "tenía ese sueño, y yo le dije que siguiera adelante y apostara por ello". Luego, las veces que se han vuelto a encontrar, se ha reafirmado no solo en esa capacidad que le advirtió, sino en la opinión que siempre tuvo de él como persona y como artista: "un hombre con un corazón gigantesco y un imaginero que sabe plasmar la pasión que tiene en su interior, como hemos podido ver en el Resucitado para Bilbao".

Por su parte, López Luna manifestó su alegría de tener en la casa salesiana a "soñadores y a gente como Jesús, que además de un gran amigo, es una persona que va creciendo y que hace de la imaginería algo cada vez más profesional". Para el presidente de la archicofradía sevillana, "efectivamente, la imaginería de la posguerra no es la de hoy en día como la que hace Jesús, no ya por los materiales y el contexto, sino por ser la actual más profunda y cualificada".

 

 
 

 

Muy emotivas fueron las palabras del escultor, quien dijo sentirse "profundamente honrado al recibir el galardón de La Hornacina, a quienes quiero agradecer su labor por apoyar y destacar el arte sacro con tanto entusiasmo y dedicación". Para Jesús Cepeda, es un orgullo que este premio, "que compite con obras de belleza espectacular de todo el mundo", reconozca su Cristo Resucitado para Bilbao, a cuya Cofradía de Pasión quiso agradecer la confianza y el cariño demostrados, pero dijo "estar seguro de que cualquier compañero habría sido merecedor de este galardón".

Cepeda aseguró que la obra galardonada "ha sido el reto más complejo de mi trayectoria artística hasta la fecha, que comparto con quienes han sido mi apoyo y mi inspiración". Un galardón que, según sus propias palabras, "ni en mis mejores sueños habría imaginado conseguir".

Con la de Bilbao a la cabeza, el artista quiso dedicar este galardón a todas y cada una de las hermandades, parroquias y colectivos que le han brindado su confianza, así como a las cofradías sevillanas de la Trinidad y de María Auxiliadora, ambas con sede en la basílica-santuario, "que han celebrado cada logro en mi carrera como si fuera propio". Tampoco se olvidó del colegio salesiano, de su profesor Pedro Maillar, de su maestro Jesús Méndez Lastrucci (presente en el acto), de sus amigos, "a quienes agradezco profundamente su comprensión y cercanía, a pesar de mis constantes ausencias; en lugar de separarse, su apoyo ha fortalecido nuestros lazos, acercándonos aún más", y por encima de todo a sus padres, "cuyo amor incondicional ha sido mi faro en este viaje" y a su esposa e hijos, a quienes también agradeció profundamente su "comprensión en las ausencias e incondicional apoyo para hacer mis sueños realidad".

Tras ello, el galardonado, acompañado por sus dos hijos, recibió de los directores de La Hornacina la placa en nombre de todos los internautas de la página web, algo inscrito en la misma junto con su nombre y el de la pieza ganadora, recibiendo una gran ovación por parte de los asistentes.

A continuación, se sirvió una copa de honor en las dependencias interiores de la basílica-santuario, no sin antes comentar Jesús Cepeda una frase que siempre está en su corazón: "Que el niño que fuiste, esté orgulloso del hombre que eres". Ese día el artista dijo estar seguro de que ese niño lo está: "me considero muy afortunado no solo por recibir este galardón, sino por tener la oportunidad de compartirlo con todas las personas que han contribuido y apoyado en un viaje que no solo representa un logro personal, sino el fruto del trabajo colectivo, el amor por el arte y el compromiso incansable".

 

 

Detalles del Premio y la Encuesta en este

 

 

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