SAN JUAN BAUTISTA NIÑO. ESCULTURAS
DESIDERIO DA SETTIGNANO
Con información de Jesús Abades
Coincidiendo con la recta final de la exhibición del San Juanito de Miguel Ángel en el Prado (ver enlace), publicamos un breve especial sobre varias esculturas famosas de esta iconografía, articulado a través de sus autores. |
La iconografía de San Juan Bautista Niño o San Juanito fue una creación propia del Renacimiento, surgida como consecuencia de la relajación de formas y contenidos religiosos que acompañaron al Humanismo, y que pretendía dotar de más humanidad a la figura del Precursor de Jesús. Precisamente, uno de los mejores escultores del primer Renacimiento en Florencia, Desiderio da Settignano, cultivó varias veces el tema de San Juanito, tanto en figura exenta como en relieve, al igual que otros coetáneos como Antonio Rossellino -cuyo hermano mayor, Bernardo, fue maestro de Settignano-, Mino da Fiesole y Benedetto da Maiano. Todos estos artistas, colaboradores además en varias obras, son herederos de la primera generación de escultores, surgida dentro del círculo de Ghiberti en la primera mitad del siglo XV y creadora del primer estilo renacentista florentino: Nanni di Banco, Luca della Robbia, Michelozzo, Donatello... Proveniente de una familia de canteros, la temprana de muerte de Settignano -en 1464, cerca de cumplir los 35 años de edad-, y el hecho de trabajar "a la sombra" de un ya artista maduro Donatello -del que tomó su impronta en otra de sus especialidades, los dulces bajorrelieves de la Virgen con el Niño-, velaron el gran talento de un escultor que, pese a su temprana muerte, abrió en la zona de la Santa Trinidad, junto a su hermano Geri, un taller con una amplia producción de escultura y ornamentación en mármol. Entre los simulacros de San Juanito labrados por Settignano, destaca uno del Bargello de Florencia (imagen superior, hacia 1455-1460) y el llamado "Tondo Arconati Visconti" del Louvre de París, un relieve influido por la técnica del stiacciato de Donatello -zonas en bajorrelieve apenas elevadas del fondo- que muestra en primer plano al Niño Jesús y San Juanito (imagen inferior, hacia 1455-1457). Dichos museos, junto con la National Gallery de Washington, hicieron justicia al artista en 2007 organizando una gran retrospectiva de su obra. El San Juanito del Bargello es una figura marmórea de tamaño natural (173 x 47 x 39 cm). Fue encargada para su palacio por la familia florentina Martelli, ricos banqueros y mecenas que patrocinaron grandes proyectos y a importantes artistas para dar lustre a su linaje. Mediante esta pieza, desarrolla el refinamiento y la sofisticación de las innovaciones emprendidas por Donatello; al que aún es asignada por algunos expertos, que no descartan la participación en ella de Settignano como ocurrió con las semiperdidas arpías de la base del David en mármol de Donatello. Sin embargo, hoy mayoritariamente se considera creación propia de Settignano. Settignano, cuyo nombre de nacimiento fue Desiderio de Bartolomeo di Francesco -Settignano es su villa natal, cercana a Florencia, ciudad que nunca abandonó-, se distinguió por la extrema dulzura, belleza y expresividad de sus obras, su extraordinario realismo y sensible tratamiento del material, como observamos en estas obras. |
Fotografía inferior de René-Gabriel Ojeda
FUENTES CARMONA MUELA, Juan. Iconografía de los Santos, Madrid, 2003, p. 239. BORMAND, Marc, PAOLOZZI STROZZI, Beatrice y PENNY, Nicholas, Desiderio da Settignano: La Scoperta della Grazia nella Scultura del Rinascimento", catálogo de la exposición, Milán, 2007, pp. 87-101. |
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