V CENTENARIO DE GASPAR BECERRA
DESCENSO AL LIMBO
En 1551, Constantino del Castillo, deán de la Catedral de Cuenca y referendario pontifico, compró una capilla, la primera del lado de la epístola, en la iglesia romana de Santiago de los Españoles, actual templo de Nuestra Señora del Sagrado Corazón, situado en la céntrica Piazza Navona. Dos años después, Castillo, oriundo de Cuenca aunque residía en Roma desde el año 1535, encargó al artista baezano Gaspar Becerra la decoración de su capilla, que dedicó a la Asunción de la Virgen María. Entre 1550 y 1551, Becerra había realizado un tabernáculo, hoy perdido, para el altar mayor de Santiago de los Españoles, su primer encargo importante tras haber trabajado con Giorgio Vasari, Daniele da Volterra y Giulio Mazzoni. Que Castillo, uno de los clérigos castellanos pertenecientes a la Congregación de la Iglesia y Hospital de Santiago que regentaba el templo, eligiera a Becerra para que decorara su capilla era casi inevitable. Por el contrato sabemos que el altar de la capilla debía estar presidida por un cuadro con el extremo superior curvo que representaba a la "Asunción" titular rodeada de los doce apóstoles, y sobre el mismo, en una luneta, un fresco de la "Santísima Trinidad recibiendo a María en el cielo". Según Redín Michaus, al ser la capilla muy pequeña, con un espacio que además carecía de profundidad, casi plana y con el espacio lateral muy exiguo, de manera que la superficie a decorar era escasa, Becerra quiso dar un realce excepcional al arco de ingreso a la misma, decorándolo con estuco entallado y dorado que cubriría también las pilastras y la cornisa de travertino que lo dividía en dos. En los cantones o enjutas del arco, siguiendo la descripción recogida en el contrato, estaría pintada al fresco la escena de la "Anunciación", con Gabriel a un lado y María y el Espíritu Santo al otro, en medio el escudo de Constantino del Castillo, y sobre el mismo el fresco con el "Descenso de Cristo al Limbo", enmarcado por un ornamento con figuras de estuco en altorrelieve. Por último, en un gajo de la bóveda de la capilla, aparecería el fresco "Invención de la Cruz por Santa Helena", compareciendo en dicho episodio Castillo, acompañado por algunas doncellas dotadas para casarse. Sin embargo, al final existieron diferencias entre la capilla contratada por Becerra y la que terminó por hacerse, en parte por la intervención de su amigo y compañero Mazzoni en la misma como veremos a continuación. No quedan rastros de la descripción contemporánea de la capilla que nos dejó el "Anonimo Spagnolo", que daba a conocer que contenía seis esculturas de mármol: dos sostenían la pintura central dedicada a la "Asunción", dos sujetaban el escudo de armas de Constantino del Castillo y otras dos representaban la "Anunciación". |
Por desgracia, la capilla de Constantino del Castillo en Santiago de los Españoles, que evidentemente tenía carácter funerario, quedó totalmente destruida hacia 1940, con excepción de las pinturas "Invención de la Cruz por Santa Helena" y "Descenso de Cristo al Limbo". La primera se pasó a lienzo y su paradero actualmente se desconoce. En cuanto a la segunda, se guarda en el Castillo de Sant'Angelo aunque muy dañada por haber sufrido los estragos de una tubería rota. Del aparato de estuco que la protegía solo subsiste la cabeza de una de las esculturas en la sacristía de la actual Iglesia del Sagrado Corazón. El fresco del "Limbo", así como las reproducciones fotográficas del mismo que acompañan esta entrega -tomadas antes de la destrucción de la capilla, cuando la parte inferior del fresco había desaparecido al haberse dividido ya la capilla de la Asunción en sacristía y almacén-, nos dan una idea de cómo fue la decoración de Becerra. A pesar de las malas condiciones del "Descenso de Cristo al Limbo", se reconoce la figura de Cristo en el centro, rodeado por las almas liberadas, con la Virgen a la izquierda y con David y Moisés a la derecha. Carmen Fracchia relaciona este fresco con otras dos obras de Becerra: "La Natividad de la Virgen" de la Capilla de Lucrezia della Rovere en el templo romano de la Trinità dei Monti y el retablo de Astorga. Según la historiadora, la mayor similitud se encuentra entre la Virgen del "Limbo" y la escultura astorgana de la Asunción, tanto en las ropas y el velo, como en la posición de manos y cabeza. Volviendo a la fotografía de lo que quedaba de la capilla de la Asunción, Fracchia considera que el perdido marco del "Limbo" fue concebido como uno de los tabernáculos de estuco de la Sala Regia del Vaticano, realizados por Volterra, maestro de Becerra, quien además participó en su ejecución. Con Volterra, el baezano aprendió a concebir el estuco no solo como un ornamento o relieve, sino como un material idóneo para imágenes de bulto y para servir de estructura arquitectónica. Este es el medio que Becerra emplea en la capilla de la Asunción, con la función específica de unir pintura, escultura y arquitectura, con el fin de lograr la unidad espacial deseada. Consta que Mazzoni, amigo de Becerra que también trabajo con Vasari y Volterra, terminó la decoración de la capilla de la Asunción. Sin embargo, como bien aprecia Fracchia, es evidente que el "Limbo" y la decoración de estuco de la capilla funeraria de Castillo pertenecen a Becerra y no a Mazzoni. Como boceto previo del Cristo del "Limbo" realizado por Becerra, se relaciona un dibujo (imagen inferior) conservado en la Galería de la Academia de Venecia. La atribución ha sido discutida, pues durante mucho tiempo fue considerada una copia de un personaje del "Juicio Final" de Miguel Ángel hecha por Sebastiano del Piombo. Recientes investigaciones, sin embargo, han confirmado la paternidad de Becerra, que representa a Jesús desnudo en posición idéntica a la que tiene en el fresco, donde aparece cubierto por un ampuloso paño. |
FUENTES REDÍN MICHAUS, Gonzalo. Pedro Rubiales, Gaspar Becerra y los pintores españoles en Roma, 1527-1600, Madrid, Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), 2007, pp. 187-194. FRACCHIA, Carmen. "La herencia italiana de Gaspar Becerra en el retablo mayor de la Catedral de Astorga", en Anuario del Departamento de Historia y Teoría del Arte, nº 9-10, Madrid, UAM, 1997-1998, pp. 144 y 148. |
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