El sepulcro del cardenal Luis de la Lastra y Cuesta (1880) es otro monumento funerario de Ricardo Bellver. Se encuentra en el interior de la Catedral de Sevilla, adosado al muro de la Capilla de Santa Ana. Fue un encargo de la familia del cardenal, quien fue arzobispo de Sevilla y Valladolid.

Bellver lo labró en Roma en estilo neoplateresco, empleando mármol italiano de Carrara en su ejecución. Sus medidas son 320 x 154 x 350 cm. Representa al cardenal arrodillado y con las manos en posición orante. La complexión gruesa del personaje, la edad representada (unos 60 años), los atributos propios del cargo (que se transforman en relieves y bordados finamente tallados) y la riqueza de los ropajes que viste (con pliegues envueltos o marcados según cada caso), permiten a Bellver recrearse en los pormenores y las diferentes calidades de las prendas, hasta casi plasmar los reflejos de la tela. Completa la composición una guirnalda con volutas en sus extremos, todo ello tratado con sencillez de líneas, concediendo importancia al claroscuro, para contrarrestar los efectos de distancia que separa la obra del espectador.

También se complementa este monumento funerario con un pedestal de mármol gris con bajorrelieves y dos excelentes figuras de ángeles tratadas con enorme dulzura y gesto triste, que parecen custodiar el cuerpo. Sin duda, estamos una de las más bellas obras que nos ha legado Ricardo Bellver.