RICARDO BELLVER (1845/1924) - 100 AÑOS

08/06/2024


 

 
 
Foto: Guillermo Quintanilla del Río

 

La ornamentación de la puerta de la Asunción de la Catedral de Sevilla se llevó a cabo en dos etapas: la primera entre los años 1827 y 1831, bajo la dirección del arquitecto Fernando Rosales, y la segunda entre los años 1877 y 1899, donde intervino Ricardo Bellver. El legado testamentario de Mariano Desmaissieres financió toda la obra que Bellver realizó para esta portada del templo metropolitano hispalense.

Bellver realizó en primer lugar el tímpano con la escena de la Asunción y Coronación de la Virgen, entre 1882 y 1885. Esta obra, que mide 415 × 587 cm, se transfirió del yeso original a piedra de Monóvar y se colocó en su lugar en 1885. Se trata de un trabajo donde las figuras del Padre Celestial, la Virgen María y los numerosos ángeles que les rodean se resuelven combinando alto y bajorrelieve, con algún elemento exento, en busca de un efecto de claroscuro que facilite la comprensión de las formas desde el nivel donde se sitúa el espectador.

El proyecto original pretendía decorar los laterales de la puerta con 72 figuras de santos y apóstoles de cuerpo entero, y 48 de medio cuerpo, de las que sólo se llegaron a hacer 80 en total.

Los envíos de las 40 piezas que se encargaron a Ricardo Bellver, algunas de las cuales alcanzan los 215 cm de altura, comienzan a partir de 1887: Pedro, Pablo, Andrés y Santiago el Mayor ese mismo año; Juan, Santiago el Menor, Felipe, Mateo, Tomás y Judas Tadeo en 1888; Matías, Bartolomé, Simón, Bernabé y Pedro en 1889; Marcos, Lucas, Clemente y Esteban en 1890; Lorenzo, Vicente, Joaquín y José en 1892; Ana, María Magdalena, Gregorio Magno y Ambrosio en 1893; Basilio, Agustín, Jerónimo, Juan Crisóstomo, Francisco de Sales, Buenaventura, Tomás de Aquino y Alfonso María de Ligorio en 1898, y Benito, Francisco de Asís, Bernardo, Pedro Nolasco y Domingo de Guzmán en 1899.

La tradición alfarera de la Sevilla de la época motivó que, en principio, se proyectaran todas estas obras en cerámica, material que, además, ya se había empleado anteriormente para muchas de las figuras que adornan otras puertas de la catedral hispalense, aunque finalmente fueron realizadas con una mezcla de cemento de Portland y polvo de mármol, lo que se conoce como piedra artificial.

Las diferencias estilísticas que se observan en la ejecución de las esculturas atribuidas a Bellver para esta portada de la Catedral de Sevilla hacen pensar que se dejó ayudar por otros escultores, claramente de categoría inferior, para poder cumplir con la exigencia de entregar cuatro figuras al año, como así constaba en su contrato, hecho que seguramente se dificultaba debido a sus frecuentes viajes a Roma.

 

 
 
Foto: Guillermo Quintanilla del Río

 

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FUENTES

ÁLVAREZ KAHLE, Xana y GUERRERO SERRANO, María Teresa. "La obra del escultor Ricardo Bellver", en Revista de Bellas Artes. Revista de Artes Plásticas, Estética, Diseño e Imagen, n º 6, Universidad de La Laguna, 2008, pp. 213-214.

 

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