Francisco de Goya (Fuendetodos, Zaragoza, 1746 - Burdeos, 1828) también pintó a Francisco de Borja. Para el cuadro San Francisco de Borja asiste a un moribundo impenitente pintó un boceto, que se conserva en la colección de la marquesa de Santa Cruz, y el cuadro que realizó después está en la Catedral de Valencia.

En el boceto se pone de manifiesto un dramático acento impresionista, que anima la composición plena de efectos lumínicos y de sorprendentes aciertos. Los monstruos, que manifiestan a los espíritus malignos, son más fantásticos que en la versión definitiva, y el rostro del santo no tiene una aureola alrededor de la cabeza como en la pintura de la Catedral de Valencia. Tanto en el boceto como en la obra definitiva, el santo aparece con un crucifijo en su mano derecha, como queriendo espantar al mal espíritu que poseía al moribundo.

En ambos casos las tonalidades son tenebrosas, con la excepción de un ventanal redondo que ilumina la escena. En el boceto resaltan los rasgos impresionistas de la pintura, que se calman un poco en la realización de la obra definitiva. El historiador Camón Aznar puso de manifiesto el dramatismo de la escena: las sombras son profundas; el color lívido, muerto también. En el moribundo la boca está medio abierta y los ojos alargados como simas profundas… Todo el ambiente es tenebroso.

Como fuente de inspiración para San Francisco de Borja asiste a un moribundo impenitente se barajan muchas opciones. Para la figura del santo, es posible la influencia de "La curación de la Madre Montplaisant por San Francisco de Regis" de Michel-Ange Houasse o "San Gaetano confortando a un moribundo" de Sebastiano Ricci. Para la figura del moribundo, un interesante posible antecedente es "El dolor de Andrómaca sobre el cadáver de Héctor" de Jacques-Louis David, que presenta una rigidez y una disposición muy similar, o un modelo común como la escultura "San Sebastián herido" de Giuseppe Giorgetti. También se tiene en cuenta la posible influencia de los cristos yacentes realizados en madera en España durante el siglo XVII, con las obras de Gregorio Fernández como creaciones de primera fila.

En la misma Catedral de Valencia hay otro cuadro pintado por Goya que describe la Despedida de Francisco de Borja de sus familiares. Al igual que el anterior cuadro está pintado en 1788 y se halla en uno de los laterales de la capilla dedicada al santo en el templo catedralicio, la cual se halla presidida por un lienzo de Maella, cuñado de Goya, que representa a Borja ante el cadáver de la emperatriz Isabel (1787).

En este caso, el santo se abraza a uno de sus hijos, mientras que el resto de la familia muestra signos de dolor ante la separación del padre, que se marcha de su palacio de Gandía, tras el fallecimiento de su esposa Leonor de Castro en 1546, para ingresar en la Compañía de Jesús. Todo el cuadro es una escena de despedida, en que el sufrimiento parece que se aumenta con los rasgos impresionistas del estilo pictórico de Francisco de Goya.

FUENTES

GARCÍA GUTIÉRREZ, Fernando. "Iconografía de San Francisco de Borja en España", en Temas de estética y arte, nº 24, Sevilla, Real Academia de Bellas Artes de Santa Isabel de Hungría, 2010, pp. 400-401.

RAMIRO, Celia. "San Francisco de Borja asistiendo al moribundo impenitente", en La Cámara del arte, 15 de noviembre de 2019.