LA OBRA DE MANUEL JUAN CARRILLO
MARCO (VIII)
JESÚS CORONADO DE ESPINAS - ARCHENA
Sergio Cabaco. Fotografías de José María Cámara Salmerón
Aunque el cruento dramatismo no fue un rasgo muy común en las tallas pasionistas de Carrillo Marco, con esta imagen, realizada en el año 1944 para la localidad murciana de Archena, el artista ciezano hizo una excepción y llevó a cabo una hechura cristífera con abundantes señales de tortura y gran transparencia en su sufrimiento.
Pese a ser conocido indistintamente con los nombres de Jesús Coronado de Espinas y Jesús del Rescate, lo cierto es que el pasaje más adecuado para esta figura es la Presentación al Pueblo o Ecce Homo, pese a que el reo esté totalmente vestido con túnicas de color morado o blanco, habituales en la iconografía de Cristo Cautivo.
La obra, que figuró en la exposición La Pasión según Carrillo, muestra un rostro semítico, enmarcado por cabellera postiza y tocado con una gran corona de afiladas espinas. La expresión de inmenso dolor, fruto de los azotes recibidos por los verdugos hace unos momentos, se manifiesta en los labios resecos y jadeantes, el fruncimiento del ceño y los abundantes cortes y hematomas que desgarran el rostro y las manos.
También los signos de los tormentos salen a la luz a través de los hundidos y amoratados ojos, que se elevan con dificultad, las descarnadas mejillas y la extrema palidez de una piel que parece haber perdido todo rastro de color. La barba, bífida y poco espesa, despeja notablemente los pómulos, el hoyito bajo y el mentón del Varón.
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