EL ARTE CHINO (IX)
DIOS FUXING (ARTE MING)
Jesús Abades y Sergio Cabaco
Los emperadores de la dinastía Ming sintieron un gran interés por la cerámica. Hong-wu creó la manufactura imperial de Kiang-si, en King-To-chen, en torno a la cual surgieron muchos hornos particulares, por lo que el lugar se convirtió en el mayor centro cerámico de China. Como a la pintura, también perjudicó a la cerámica ming el rígido dirigismo imperial y la consecuente imposición de los gustos cortesanos. Aún así, los alfareros produjeron una enorme cantidad de piezas muy hermosas, que mantienen decorosamente la tradición de la época song. Destacan las porcelanas decoradas en blanco y azul cobalto, que habían sido novedad en el periodo anterior. Desde el siglo XV se utilizó el azul cobalto procedente de Persia para realizar unas obras caracterizadas por la profundidad de dicho tono, infinitamente matizado. Los temas son variados, destacando, por las exigencias imperialistas antes mencionadas, las arcaicas flores decorativas y los viejos paisajes académicos. También se hace cerámica polícroma: la de tres colores se decora con verde, violeta y amarillo; la de cinco colores, muy exuberante y vigente desde finales del siglo XV, lleva verde, amarillo, azul, violeta y rojo. Vemos como el amarillo está siempre presente, especialmente el amarillo de acabado brillante, pues en esta época ming acaba convirtiéndose en el color imperial y tiene prioridad sobre el carmesí. La mejor cerámica ming es la realizada durante la primera mitad del XV; después, la repetición de formas trajo consigo la fatiga de los artistas. Sin embargo, posteriormente continúan modelándose obras de gran mérito, como esta figurita de 41 cm que representa a Fuxing, dios de la felicidad, fechada entre 1522 y 1566. El risueño semblante de este dios, de barba puntiaguda y tocado con sombrero, es realmente encantador. Decorado en blanco y azul, Fuxing lleva un holgado atuendo que deja visibles los pies. La peana también está decorada. La estatuilla se conserva en el parisino Musée Guimet. |
FUENTES: A.A.V.V. "El Arte Chino", en El Arte en América, África y Asia, Barcelona, 1998, pp. 218-220.
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