BICENTENARIO DE DAUMIER
(II)
ECCE HOMO (¡QUEREMOS A BARRABÁS!)
Ecce Homo, una de las obras más conocidas de Daumier, siempre se hubiera considerado como una pintura de tema religioso si el propio pintor no le hubiera cambiado el título por el de ¡Queremos a Barrabás!, lo que varía absolutamente el contenido del mensaje, que adquiere un tinte social. La incansable defensa del oprimido por el poder que lleva a cabo Daumier a través de sus obras, no le impide ofrecer, bajo la forma de una alegoría religiosa, una lúcida reflexión plástica sobre la naturaleza del ser humano cuando éste traspasa el umbral que lo desvincula de su categoría de pueblo para convertirlo en masa, ejerciendo un fenómeno que adquiere su verdadera dimensión con el inicio de las grandes concentraciones urbanas a consecuencia de la Revolución Industrial. Como consecuencia de ello, el pueblo es capaz de resistir y rebelarse, la masa se torna sumisa, y a veces deviene cruel colaboradora del poder. Como dijo el historiador de arte italiano Giulio Argan, "histéricamente pedirá la gracia para el bandido y la muerte para el santo". Todo ello se ejemplariza en este brillante y creativo óleo sobre lienzo llamado Ecce Homo o ¡Queremos a Barrabás!, pintado por el artista francés entre los años 1848 y 1852. Sus medidas aproximadas son 162 x 130 cm. Se conserva en el Museo Folkwang de la localidad alemana de Essen |
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