DOLOROSAS EN BLANCO Y NEGRO - CONCEPCIÓN (LA TRINIDAD)
Sergio Cabaco y Jesús Abades
María se halla al pie de la cruz, contemplando desolada el cadáver de Cristo y presta a recibirlo una vez haya sido descendido por los Santos Varones. Es por ello que eleva la cabeza hacia la derecha y clava sus grandes ojos vítreos en los de Jesús. Esta hechura mariana, labrada en 1956 por el escultor e imaginero sevillano Antonio Bidón Villar, muestra cierta madurez de rasgos, abundancia de carnes, cuello ancho y levemente anatomizado, y cabellera someramente tallada y peinada al centro. La Dolorosa de la Concepción, titular de la Cofradía del Sagrado Decreto de la Santísima Trinidad, eleva las cejas hacia arriba, dando lugar a un marcado entrecejo en forma de uve, y abre sus labios en señal de desesperación, dejando ver al espectador la lengua y ambas coronas dentarias talladas en la madera. Mide 171 cm. Largas pestañas de pelo natural enmarcan los párpados superiores, mientras que en los inferiores se encuentran finamente pintadas. La nariz es recta y larga, las orejas quedan semidescubiertas, y la redondeada barbilla que remata el rostro ha sido limpiamente trabajada. La Señora lleva cuatro lágrimas de cristal, dos en cada mejilla. Sus manos aparecen extendidas, portando el pañuelo en la derecha y el santo rosario en la izquierda. El bastidor interno es de base ovalada y se halla formado por ocho listones que parten de las caderas. Se le conocen tres precedentes procesionales: una Dolorosa de fecha de ejecución indeterminada; la otra titular mariana de esta corporación del Sábado Santo sevillano, la Virgen de la Esperanza, obra magistral de Juan de Astorga (1819) que reemplazó a la anterior y, desde 1924, comenzó a procesionar bajo palio; y otra Dolorosa, labrada por Miguel Ángel Rodríguez Magaña -escultor de El Puerto de Santa María (Cádiz) afincado en la capital hispalense- para ocupar el hueco dejado en el conjunto por la imagen anterior, que fue sustituida por la presente talla de Antonio Bidón y actualmente figura en el paso de misterio como Santa María Cleofás. Indicar también que, en la fotografía, aparecen las antiguas efigies de Nicodemo, labrado también por Ángel Rodríguez Magaña y sustituido en el año 1998 por el actual de Antonio Joaquín Dubé de Luque, y del Cristo de las Cinco Llagas, un Crucificado recompuesto por Teodoro Fernández de Valdivieso en el año 1745, muy restaurado posteriormente, que fue reemplazado por una obra de Manuel Hernández León (1982) y otra de Luis Álvarez Duarte (2002), que es la que procesiona actualmente. |
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