PREMIOS LA HORNACINA - 10 AÑOS (I)
ANTONIO BERNAL

Sergio Cabaco


 

Con motivo del X Aniversario de La Hornacina, revisamos en este especial la trayectoria de una humilde iniciativa que ha logrado reunir en diez años a lo más representativo de la escultura sacra en España. Diez años de novedades, de proyectos estimulantes, de académicos, de una participación cada vez más numerosa y de unos creadores que han labrado la imaginería reciente desde el año 2006 hasta ahora. Todas estas vivencias componen una historia que, desde el principio, solo es un intento de homenaje para toda una profesión.

 

 

El autor

Antonio Bernal Redondo (Córdoba, 1957), creador desde los años 90, junto a su amigo y compañero Francisco Romero Zafra, de un peculiar estilo artístico que mezcla tradición y modernidad, costumbrismo y refinamiento estético. Ambos superaron la fama que tuvieron Martínez Cerrillo y Ariza en la Córdoba de los años 40 para colocar a la ciudad en un renacimiento escultórico que no se vivía desde el siglo XVIII con autores como Sandoval o Verdiguier. Lo suyo fue una apuesta cuyo riesgo se ha visto con creces recompensado.

 

 

La obra

El Santísimo Cristo de las Penas, crucificado procesional para la cofradía de la Sagrada Lanzada de Elche (Alicante) que hunde sus influencias en los modelos hispalenses de Martínez Montañés y su círculo; sobre todo, en el catedralicio de la Clemencia, obra directa del maestro, y en el del Calvario de la famosa Madrugada de Sevilla, obra de su discípulo Francisco de Ocampo inspirada en la anterior. Fue una de las piezas más alabadas en la IV Bienal de Escultura Religiosa de Espartinas (2006), donde se presentó tras su ejecución.

 

 

El proyecto

En principio, la imagen del crucificado iba a ser ejecutada por el sevillano Juan Manuel Miñarro, Bernal se haría cargo del resto de figuras del grupo de la Lanzada y Romero Zafra tallaría la dolorosa que procesionaría bajo palio. Finalmente, Bernal se hizo cargo de todo el misterio titular; que no comenzó con la talla premiada, sino con la Virgen de las Lágrimas (2005), a la que siguieron ocho figuras más. La obra de Romero Zafra, con la advocación del Dulce Nombre, se inspiró en su Virgen de los Ángeles de Córdoba, de propiedad particular.

 

 

La acogida

Lo que en principio iba a ser una encuesta doméstica entre nuestros internautas sobre cuál era la mejor obra de entre las presentadas en 2006, acabó convirtiéndose en el I Premio La Hornacina, dada la excelente acogida que tuvo la propuesta en el público y los artistas. La repercusión superó la más optimista de nuestras expectativas. Todos coincidieron en lo acertado del galardón a Bernal, en un año en el que también se presentaron obras de Lourdes Hernández, Aguado, Rodríguez Picón o Romero Zafra que son ya también hoy día clásicos.

 

 
     
     
 

 

Fotografías de Francisco Javier Gilabert y Jordi Fluxá Bru

 

Información del Premio en este

 

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www.lahornacina.com