ARTE INCA (VIII)
LAS TORRES FUNERARIAS

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Como hemos visto en la anterior entrega, la arquitectura inca sobresale tanto por su uniformidad como por el refinadísimo trabajo de la piedra. Es una arquitectura casi exclusivamente lítica en la que la piedra destaca en toda su riqueza por el pulido y no recibe aditamento alguno, salvo excepcionalmente un cierto modelado.

Los distintos "estilos" de la arquitectura inca se encuentran vinculados al tratamiento de los bloques:

 

a) una arquitectura en piedra irregular, sin tallar, que se usa para las casas del pueblo, obras civiles de poca importancia, paredes que no habrían de estar expuestas a la vista.

b) una arquitectura megalítica, ciclópea, de inmensas piedras con una función defensiva y también de significación del poder, empleada en las fortalezas.

c) una arquitectura de formas geométricas regulares, perfectamente ajustadas entre sí, pulidas y formando superficies lisas, que suele usarse en palacios, templos y edificios estatales y ceremoniales.

 

En los muros de piedra de los edificios que lo requerían se abrían puertas y nichos de forma trapezoidal, la mayor parte con jambas dobles. La ventilación, bastante deficiente, y la entrada de luz se resolvían por estos medios, y algunas veces se dejaban aberturas entre la pared y el techo.

Los chullpa o torres funerarias, creados por los colla (un pueblo preincainco de la meseta del Titicaca que fue conquistado por Pachacútec), están levantados con grandes bloques de piedra volcánica superpuestos y alcanzan hasta los 12 metros de altura. El pueblo inca se apropió de esta técnica constructora de los colla y la llevaron para los nobles a su mayor apogeo.

 

FUENTES: A.A.V.V. "El Arte y la Cultura Peruanos: Los Incas",
en Las Primeras Culturas Precolombinas, Barcelona, 1998, p. 154-155.

 

Fotografía de Uriel Alexis Ukumary

 

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