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MES DE JUNIO 2008 - FRANCISCO BUIZA
JESÚS CAUTIVO - CHIPIONA (CÁDIZ)

Sergio Cabaco y Jesús Abades


 

 
 

 

Como hemos apuntado en nuestra anterior entrega, Francisco Buiza permaneció en el taller de su maestro, Sebastián Santos Rojas, desde 1946 hasta el año 1953, fecha en que montó su propio obrador tras una breve estancia con los doradores José Herrera Acosta y Ángel Feria Ruiz (Herrera y Feria).

Dicha etapa artística del afamado escultor e imaginero carmonense ha sido calificada por el historiador Pedro Ignacio Martínez Leal, autor de una espléndida tesis doctoral sobre la vida y obra del artista carmonense, como "un verdadero caudal de experiencia, tanto en la talla de imágenes como en los secretos de la restauración y en el conocimiento, en general, de las técnicas de la escultura imaginera".

Buena prueba de ello es la obtención, en 1957, del Primer Premio de Escultura en la X Exposición de Bellas Artes y Artesanía de Carmona. Tres años después, en 1960, Buiza llevaría a cabo el Cautivo del municipio gaditano de Chipiona, cuyo origen se encuentra en un devoto cuadro del Jesús Cautivo de Medinaceli, de Madrid, que recibía culto en la Parroquia de Nuestra Señora de la O, sede canónica de la hermandad de penitencia de la que es titular.

A diferencia de la triada de piezas primerizas que hemos analizado hasta ahora, en la imagen de Chipiona advertimos un mayor despliegue de los caracteres personales del escultor, especialmente en el modelado de los labios y la dramática expresividad del gesto, si bien la resolución de algunos detalles, caso de los rasgados ojos, conserva todavía la herencia del maestro. También hay que tener en cuenta la influencia en su ejecución del famoso icono madrileño, cuya reproducción pictórica y escultórica suele ser frecuente en el resto de España.

 

FUENTES

MARTÍNEZ LEAL, Pedro Ignacio: Buiza, Sevilla, Guadalquivir, pp. 25-30.

 

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