150 ANIVERSARIO DE GUSTAV KLIMT
AMIGAS ABRAZADAS
En su estudio, Gustav Klimt tenía a las modelos siempre disponibles, esperándole en una habitación contigua por si decidía pintarlas. Klimt realizaba bocetos preparatorios de casi todo lo que hacía. A veces había más de un centenar de dibujos para un cuadro, con un detalle distinto en cada uno de ellos: una prenda de ropa o una pieza de joyería, o un simple gesto. Estos bocetos estaban amontonados en su estudio, donde sus adorados gatos se dice que tenían la costumbre de destruirlos. Desgraciadamente, la mayor parte de sus cuadernos de bocetos no los destruyeron los gatos, sino un incendio en el apartamento de Emilie Flöge. Sólo se salvaron tres de los cuadernos. Los dibujos que se conservan, no obstante, nos proporcionan la fascinante oportunidad de asomarnos a las preocupaciones artísticas y personales de Klimt: mientras en sus cuadros la desnudez y la sexualidad están cubiertas, casi encerradas, por la ornamentación y los tejidos y solo se revelan de forma parcial y sugerente, en sus dibujos el erotismo surge abiertamente y sin tapujos. Incluso mientras aún vivía, algunos críticos consideraban que sus dibujos eran el mejor trabajo de toda su producción, pero no eran muy conocidos. Al contrario que Schiele, que consiguió vivir de sus dibujos, los ingresos de Klimt procedían enteramente de sus cuadros. El dibujo era para él o bien un proceso preparatorio necesario o bien una forma de relajación, un modo de expresar la inspiración espontánea, libre de las limitaciones y el detalle de los óleos. Los dibujos de Klimt no sólo nos revelan su maestría como dibujante, muestran también una obsesión erótica y una libertad sexual que contrastan con la sociedad reprimida y pudorosa en la que vivía. En estos dibujos no hay ningún contexto visual, temporal ni espacial, únicamente las propias mujeres que, al parecer, se paseaban desnudas por el estudio, siempre preparadas para responder a una señal del maestro y permanecer quietas en el momento en que él captase una pose o un movimiento que atrajera su sentido de la belleza para plasmarlo rápidamente en un dibujo. Se trata de esbozos en los que no modela ni sombrea los cuerpos y casi siempre centra la atención en el sexo o en los senos mediante el uso de la perspectiva, los escorzos, la distorsión u otras técnicas formales. Un fabuloso ejemplo de cómo un par de trazos pueden usarse para crear un efecto tremendamente erótico es el dibujo Amigas Abrazadas (1905-1906), en el que un pequeño punto de oscuridad dirige la mirada del espectador hacia las piernas y las nalgas de la mujer. Klimt representa a menudo a las mujeres masturbándose, absortas en su propio placer sensual, con los ojos cerrados y el rostro ligeramente vuelto. Lánguidas, felinas, vestidas por completo o semivestidas, los dedos posados sobre el clítoris, se acarician con delicadeza, con los ojos cerrados en el calor imaginario de una tarde de verano. Algunas veces Klimt dibuja con mucho detalle, otras es la impresión general de la pose lo que le interesa. Rara vez aparecen hombres en los dibujos, y cuando lo hacen están casi siempre de espaldas al espectador. En general, salvo en sus estudios académicos en la escuela de arte, los hombres son figuras secundarias en sus obras. Casi nunca muestran sus rostros y sólo parecen existir como voyeurs o compañeros físicos en el acto sexual, en el que la mujer es el principal foco de interés. |
FUENTES: A.A.V.V. Gustav Klimt, 2005, Barcelona, pp. 43-46.
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