MATER DOLOROSA - CRISTÓBAL RAMOS
VIRGEN DEL MAYOR DOLOR (AJAMIL DE CAMEROS)

Fermín Labarga (02/09/2020)


 

Nuevo especial en el mes de septiembre sobre la iconografía de la Mater Dolorosa dentro de la prolífica producción del escultor hispalense Cristóbal Ramos, con el que inauguramos una serie que publicaremos puntualmente y que estará centrada en la obra de diversos creadores de escultura y pintura sobre la referida temática. En esta primera entrega nos hemos decidido por uno de los numerosos artistas de la Sevilla del siglo XVIII no solo por su interés y popularidad, sino por los numerosos estudios recientes que han implementado y puesto al día notablemente su extenso catálogo de piezas.

 

 
 
Foto: Jaime Ocón Paillao

 

Cristóbal Ramos (Sevilla 1725-1799) es uno de los mejores exponentes de la escuela sevillana de escultura e imaginería de la segunda mitad del siglo XVIII. En su producción se refleja el tránsito desde el tardobarroco, a través del rococó, hacia el incipiente academicismo neoclásico.

Hasta el presente, la totalidad de la producción artística de este escultor e imaginero se localizaba en el entorno más cercano a la capital hispalense, donde tenía su taller, repartiéndose por la provincia y las limítrofes de Cádiz, Córdoba y Huelva. Sin embargo, gracias a la labor de patronazgo ejercido por los emigrantes cameranos asentados en Sevilla algunas piezas llegaron hasta La Rioja.

Gracias a la labor del sacerdote e historiador Fermín Labarga (Logroño, 1969), doctor en Filosofía y Letras y doctor en Teología, la obra que nos ocupa puede ser atribuida a Cristóbal Ramos, atendiendo tanto a la documentación conservada como a sus características tipológicas y morfológicas.

Se trata de la Virgen del Mayor Dolor que se conserva en la iglesia parroquial de la Asunción del municipio riojano de Ajamil de Cameros, en la comarca de Camero Viejo. Fue donada por Josef Francisco de Llera, un comerciante de la localidad afincado en Sevilla, ciudad en la que se fecha una carta del 19 de abril de 1778 en la que el donante afirma saber que ha llegado sin lesión la Virgen que había remitido el 22 de febrero.

La imagen se colocó en el retablo del testero de la nave del Evangelio de la parroquial de Ajamil de Cameros. Si bien no consta en el Libro de Fábrica que fuera construido expresamente para colocar esta imagen, lo cierto es que encaja a la perfección en dicha máquina rococó en la que destacan los espejuelos del camarín.

Aunque la referida carta no indica su autoría, lo cierto es que responde plenamente al estilo de Ramos, experto en la confección de este tipo de imágenes en las que destaca, junto con la belleza formal del rostro, la maestría en el uso de las telas encoladas y el extraordinario dominio del modelado en barro y en pasta de madera.

La imagen, de rodillas sobre un cojín verde con borlones dorados y una tira dorada que imita pasamanería, mide 96 x 86 x 52 cm, tamaño inferior al natural al igual que otras tantas piezas de Ramos. Presenta un minucioso acabado, tanto en los detalles del rostro, como en la indumentaria, muy rica por el efecto del plegado de los paños y por la policromía, que imita las telas brocadas por medio de la técnica del cincelado, tanto en la toca que envuelve el rostro como en la suntuosa y elegante cenefa dorada del manto.

Se advierte una policromía levemente metalizada, más evidente en el manto liso de color azul que en la túnica grana o púrpura, que contribuye igualmente a dotar de magnificencia a esta pieza. Dicho efecto metálico se debe al procedimiento utilizado, la corladura.

Como suele ser habitual en este escultor, la cabeza está realizada en barro. En el rostro quedan restos de lágrimas de cristal desaparecidas. Rasgos comunes con las imágenes de la Virgen de Ramos son la nariz recta, la boca pequeña y entreabierta, que permite ver los dientes superiores finamente modelados, y el hoyuelo en la barbilla. Ligeramente vuelta hacia la izquierda, su mirada permanece levemente elevada, quedando los ojos enmarcados por finas pestañas pintadas sobre unos párpados inferiores algo abultados. Las manos aparecen entrelazadas a la altura del pecho, en la típica actitud de oración intensa y concentrada.

El puñal de metal, no así la corona, parece ser el original y resulta casi idéntico a los que lucen otras dolorosas de Ramos, como la de la Escuela de Cristo de Sevilla y la del retablo del Santo Cristo de la capilla del Palacio de San Telmo de Sevilla, con las que guarda una enorme similitud.

La Virgen del Mayor Dolor es una pieza de gran calidad, fechable en torno a 1776-1777, con unas características tipológicas y morfológicas tan próximas a otras imágenes de la Dolorosa de Cristóbal Ramos que Fermín Labarga no duda a la hora de atribuírsela. Necesita una limpieza general y la restauración de amplias zonas de las telas encoladas de las vestiduras, en algunas de las cuales puede verse la arpillera que está en el fondo.

 

 
 
Foto: Jaime Ocón Paillao

 

FUENTES

LABARGA GARCÍA, Fermín. "Varias obras atribuibles al escultor sevillano Cristóbal Ramos en La Rioja", artículo publicado en Archivo Español de Arte, vol. 92, nº 368, Madrid, CSIC, 2019, pp. 435-438.

 

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