MAYO MARIANO
PIEDAD DE SAVONA
Sergio Cabaco y Jesús Abades
La iconografía de la Virgen de la Piedad, también denominada Virgen de las Angustias pese a recrear concretamente la Sexta Angustia de María con el Hijo muerto en su regazo tras ser descendido de la cruz, tiene su origen en los artistas germanos y franceses del siglo XIV, quienes tenían como misión en sus simulacros reforzar el papel maternal de la Virgen María y su condición de altar divino donde se muestre al espectador el cadáver de Cristo una vez consumado su sacrificio por la redención humana. En la ciudad italiana de Savona, próxima a Génova, recibe culto una magnífica escultura de talla completa que representa a María con el cuerpo de Jesús muerto y desplomado entre sus rodillas. La imagen fue labrada en torno al año 1833 por el escultor Stefano Murialdo, oriundo de Savona y uno de los seguidores tardíos, junto con otros de sus paisanos como Antonio Brilla o Filippo Martinengo, de Anton Maria Maragliano, máximo exponente de la escultura lígnea genovesa del siglo XVIII. Murialdo, popularmente apodado Il Crocetto, reinterpreta fielmente los postulados artísticos de Maragliano acentuando la expresividad de los semblantes y el dramático realismo del pasaje pasionista. Dichos postulados son visibles, por ejemplo, en la soberbia escultura del Cristo, cuyo plegado paño de pureza y serenos rasgos faciales remiten directamente a otros cristos maraglianescos como el del misterio de la Coronación de Espinas (1710), también en Savona, o el crucificado de la Salud de San Fernando (Cádiz), esculpido hacia 1733. En opinión de la historiografía italiana, la talla de la Piedad, cuyas medidas son 155 x 195 x 125 cm, constituye una nueva vuelta de tuerca, en clave mediterránea y popular, del esquema nórdico de la Piedad. La Virgen, de rasgos juveniles, contempla desolada el rostro del redentor al tiempo que sostiene amorosamente entre sus manos la cabeza y el brazo derecho de Cristo. Muestra clavados en su pecho los siete puñales en alusión a los Siete Dolores de María. El conjunto aparece flanqueado por dos angelitos, de candorosa espontaneidad, que portan instrumentos relacionados con la Pasión de Jesús. |
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