MAYO MARIANO 2008 - LA DIVINA PASTORA
MÁLAGA

Alejandro Cerezo


 

 

La imagen titular de la Congregación de la Divina Pastora, de Málaga no está documentada dentro de la obra de José Montes de Oca, pero tradicionalmente se ha atribuido a sus gubias por el extraordinario parecido que guarda con otras imágenes femeninas del genial imaginero, caso de la efigie de Santa María Magdalena de la Cofradía de los Servitas, en Sevilla, o la Virgen María del Altorrelieve de la Adoración de los Magos, conservado en la Iglesia Oratorio de San Felipe Neri, en Cádiz.

Los investigadores José González Isidoro y Antonio Torrejón Díaz fueron los primeros en relacionar esta obra con el arte de José Montes de Oca, algo que comparte también, entre otros, el historiador del arte malagueño Juan Antonio Sánchez López, quien destaca los grandes puntos comunes que guarda con otras imágenes marianas que se hallan documentadas de este autor. La Divina Pastora es una imagen de semblante dulce y extraordinario atractivo que no deja indiferente a quien la contempla. Muestra los rasgos de las Vírgenes letíficas de Montes de Oca en la pálida encarnadura, la clásica nariz, el hoyuelo en la pronunciada barbilla, la melancólica expresión de unos ojos muy rasgados, la hendidura sobre el labio superior, el cuello perfectamente anatomizado así como el jugoso modelado de manos, de torneados dedos.

A los evidentes valores de la talla hay que sumar un formidable estado de conservación, incluso en lo referente al estado de su policromía. La últimas intervenciones corrieron a cargo de Elisa Quiles e Israel Cornejo; la restauradora llevó a cabo labores de limpieza y reintegración de lagunas pictóricas, mientras que el imaginero veleño eliminó las antiguas pestañas postizas que tenía colocadas en los párpados superiores, de gran longitud y espesura, por otras más finas y rectas. El cayado que porta es obra en plata de ley de Alejandro Borrero (2006).

Su salida procesional se celebra el sábado anterior al segundo domingo de Mayo, haciendo su recorrido por las calles del Barrio de Capuchinos, del que es Patrona, y en donde tiene su parroquia, cuyo altar mayor preside dentro de un camarín con decoración de azulejos. Con anterioridad se celebra una novena en su honor, siempre muy concurrida al ser una imagen muy venerada desde siempre por su barrio.

El año 2005 supuso una importante renovación en el desfile de la Divina Pastora. La principal de ellas fue la sustitución de la peana de orfebrería en la que había figurado la imagen durante los años anteriores por un risco de corcho y flores, mucho más apropiado para una iconografía pastoreña. Esta nueva disposición también permitió incrementar la altura de la talla en el trono, lo que propició una mejor visión de su figura. Junto a esto, se optó por colocar la imagen del Niño -obra moderna del sevillano Luis Álvarez Duarte (1972)- como Buen Pastor, en actitud dialogante con uno de los corderos que figuran en el entorno de la Virgen.

Así, la Divina Pastora recuperó su representación primitiva, sin Niño en su regazo, ya que el borrego que acaricia simboliza el Cordero de Dios. Asimismo, en la capilla frontal del cajillo del trono se sustituyó una imagen de orfebrería del Buen Pastor por una talla del beato Fray Diego José de Cádiz, realizada por Israel Cornejo, imaginero hermano de la Congregación de la Divina Pastora.

 

Fotografías de Rocío Cortés Ramírez y Alejandro Cerezo

 

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