MAYO MARIANO 2013 - ESCULTURA CATALANA
VIRGEN DE LA PIEDAD

Con información de Jesús Abades


 

 

La escultura en la Cataluña de los años 20 del siglo pasado se iba desvinculando del tipo de plástica centrada en la Cataluña griega y el idealismo, que había obtenido un éxito sin precedentes en la década anterior. Los escultores figurativos del momento, los que se conocen como "Generación de 1917", combinaban en sus obras cierta transgresión con el gusto por el clasicismo de sus predecesores.

El año 1917 marca también un punto de inflexión en la historia política de Cataluña, con la muerte del famoso presidente Enric Prat de la Riba, y también indica el inicio de la carrera artística de la nueva generación de escultores. Aunque no representaron realmente un movimiento homogéneo, los artistas que integraron la llamada "Generación de 1917" tuvieron unos puntos de vista comunes, como el interés por la figura humana desde una postura más realista y menos conceptual y ortodoxa.

Dentro de la "Generación de 1917" destacan los artistas vinculados al grupo "Los Evolucionistas". Aglutinados en torno a la figura del maestro Joan Rebull, en el grupo descubrimos a escultores de la talla de Josep Granyer, Josep Viladomat (1899-1989) o Apel·les Fenosa. Asimismo, si tenemos en cuenta su obra anterior a la década de 1930, también pueden ser asimilados a la "Generación de 1917" Pau Gargallo, Frederic Marès, Rafael Solanic, Martí Llauradó y, en menor medida, Alfons Pérez Fàbregas, Vicenç Navarro y Llorenç Cairó.

Josep Viladomat i Massana trabajó de aprendiz con Rafael Atché, Eusebi Arnau y el propio Borrell. Fue picapedrero hasta 1912 y miembro fundador de "Los Evolucionistas", agrupación artística que tiene su origen en un taller de la barcelonesa calle Guàrdia, que Viladomat compartía con los pintores Joan Cortés y Joan Serra. Fue merecedor de diferentes premios, como el de la Exposición Municipal de Bellas Artes de Barcelona (1923), que le permitió viajar por Italia y París, o el Campeny de escultura del año 1936.

Entre la estatuaria pública realizada por Viladomat para Barcelona destacan Maternidad (Plaza de Cataluña), el Monumento a Fred Stark Pearson (Plaza Pedralbes), el Monumento-Homenaje a Pi y Maragall (Plaza Llucmajor) o La República. En la localidad andorrana de Escaldes-Engordany se ubica un museo monográfico dedicado al artista, que vivió en el principado desde 1937 hasta su muerte.

La Virgen de la Piedad es una obra en madera policromada realizada en 1954 para el Monasterio de San Juan de las Abadesas (Gerona). Ubicada en la capilla barroca de los Dolores, hablamos de una notable talla completa que muestra tanto el gran oficio y la exquisita elegancia del artista -de hecho, el propio Viladomat, que confesó su inspiración en el famoso modelo de Miguel Ángel, la consideraba su mejor obra-, como el realismo anecdótico, no exento de gracia, hacia el que derivó su escultura a partir de los años 40.

Josep Viladomat cultivó también el tema de la Piedad como imagen de culto para la Parroquia de San Pedro de Escaldes-Engordany, y como estatua funeraria para el sepulcro de la familia Altimira en Cerdanyola del Vallès (Barcelona). En esta última pieza de 150 cm de altura, presentada en 1929 en su primera exposición individual, celebrada en la barcelonesa Sala Parés, el escultor se muestra aún más afín al prototipo miguelangelesco.

 

FUENTES: A.A.V.V. (dirección de José Manuel Infiesta)
Un Segle de Escultura Catalana, Barcelona, 2013, pp. 218-258.

 

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