MICHELANGELO NACCHERINO ENTRE ESPAÑA E ITALIA (V)
DON GARCÍA DE BARRIONUEVO Y PERALTA

24/02/2022


 

 
 
Foto: Santiago Abella

 

Junto con el culto a la titular, la capilla de la Virgen de la Soledad del templo madrileño de San Ginés conserva parte de su carácter privado original, ya que durante el siglo XVII fue propiedad de las familias Barrionuevo y Peralta. En concreto, fue el licenciado García de Barrionuevo y Peralta quien la embelleció y dedicó su culto a las Ánimas del Purgatorio, para las que dejó numerosas misas en sus disposiciones testamentarias.

De este tiempo se conservan en la capilla de la Soledad el retablo encargado por García de Barrionuevo para presidir su capilla familiar -obra en madera contratada en 1608 con el ensamblador Luis Navarro y el escultor Juan de Porres- y, sobre todo, la estatua orante en bronce del fundador, encargada en Nápoles por su hijo pequeño, Bernardino de Barrionuevo -marqués de Cusano, quien marchó a la ciudad italiana en 1596 como secretario del rey-, a Michelangelo Naccherino. Seguramente el conde de Lemos, que era también virrey de Nápoles, fue el que puso en contacto al marqués con Naccherino.

Consta documentalmente que el marqués pagó el 22 de diciembre de 1607 la suma de 420 ducados a Naccherino por dos estatuas de bronce. La que se halla en San Ginés fue identificada por Margarita Estella bajo una capa de pintura blanca, aplicada probablemente en el siglo XVIII, mientras que la otra sigue perdida.

Siguiendo las maneras españolas, Naccherino representó a García de Barrionuevo y Peralta -padre del cliente y feligrés de San Ginés, fallecido en 1613 a los 93 años de edad- arrodillado y con las manos cruzadas sobre el pecho, en rígida pose y con la mirada dirigida al Cristo crucificado que preside el retablo de Porres y Navarro. Sabemos que la figura orante ya estaba en 1608 en San Ginés, poco tiempo después de su finalización.

Estella compara la cabeza de García de Barrionuevo y Peralta -dolicocéfala, de ojos hundidos que dan expresión dolorida, larga nariz y orejas despegadas- con la de Fabrizio Pignatelli -obra del templo napolitano de Materdomini, realizada por Naccherino en 1590-, y sus manos, delicadas y expresivas, con las del San Mateo (1606) de la Catedral de Salerno, labrado en bronce por Naccherino al igual que los dos anteriores.

En cuanto al parecido existente entre la estatua de San Ginés y la del monumento funerario de Fuentes de la Alcarria (Guadalajara), obra también de Juan de Porres, se debe a la realización de un molde de la figura de Naccherino por Porres. Dicho monumento, destruido en 1936, fue encargado también por García de Barrionuevo y Peralta para la iglesia de Fuentes de la Alcarria, villa de la que era señor, y comprendía tanto su figura orante, como la de su mujer, María de Vera y Molina, y las de sus tres hijos Francisco, Jerónimo y Bernardino.

 

 
     
     
Fabrizio Pignatelli
 
San Mateo

 

FUENTES

BASANTA REYES, María Belén. "La Parroquia de San Ginés de Madrid", en Cuadernos de Arte e Iconografía, tomo IX, nº 17-18, Madrid, Fundación Universitaria Española: Seminario de arte Marqués de Lozoya, 2000, p. 70.

KUHLEMANN, Michael. Michelangelo Naccherino: Skulptur zwischen Florenz und Neapel um 1600, Berlín, Waxmann, 1999, pp. 193-194.

MONTES, José Luis y QUESADA, José María. Real Parroquia de San Ginés, Madrid, Edilesa, 2009, pp. 35-38.

HERRERA CASADO, Antonio. "Los Barrionuevo de Peralta, señores de Fuentes de la Alcarria", en www.herreracasado.com, 12 de enero de 2001.

 

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