Obra de iconografía marcadamente franciscana, en la que la escena se reduce a tres personajes como indica su título: "San Francisco de Asís y Santa Clara de Asís adorando al Niño Jesús". Es copia de un grabado del flamenco Pieter de Jode el joven, basada a su vez en una composición pictórica de Gerard Seghers.

Su autora, Josefa de Óbidos (Sevilla, 1630 - Óbidos, 1684), nombre artístico de Josefa de Ayala, fue ahijada y aprendiz de Francisco Herrera el Viejo, en cuyo taller sevillano trabajaba el padre de Josefa, también pintor. Se trata de un pequeño cobre pintado al óleo (25,5 x 34,5 cm) perteneciente a una colección privada. La puesta en escena creada en origen por Seghers reviste gran originalidad al reemplazar el establo por una gruta. En primer plano, la disposición de los atributos de los santos como si fuese un bodegón es subrayada por la pintora.

Y es que las obras de Josefa están casi siempre inspiradas en temas bíblicos y naturalezas muertas. Además de su padrino Herrera, se notan las influencias de su padre, Baltazar Gomes Figueira, y de los barrocos flamencos, como podemos ver en esta obra, pintada en 1647. El resultado fue ser una de las figuras más idolatradas del barroco portugués, aunque ello no se vería reconocido hasta en fechas relativamente recientes.

Otro rasgo notable de este cobre, ya ensayado por Josefa en obras anteriores, es la luz que emana del Niño en el pesebre, alumbrando los rostros de los santos retratados y concediendo alguna luz a un ambiente que carece de iluminación propia. La luz es sobrenatural y emana del cuerpo de Jesús, concebido como luz del mundo.