CENTENARIO DE PALMA BURGOS
PIEDAD


 

 
 
Piedad (Málaga)
Foto: Agrupación de Cofradías de Málaga

 

Para la ejecución del grupo de la Piedad de Málaga, Francisco Palma Burgos utilizó en 1941 el molde en yeso que su padre había creado en 1928 para labrar la primitiva imagen, destruida en 1931 y de la que solo se conserva el brazo derecho de Cristo, logrando Palma Burgos una copia bastante fiel de la misma.

El encargo le vino al también escultor Francisco Palma García, padre de nuestro artista, del gremio de carteros malagueños, que fundó en 1926 una cofradía para rendir culto a la Virgen María en su advocación de la Piedad. El pasaje elegido fue el momento inmediatamente posterior al descendimiento de Jesús de la cruz, cuando María recibe en su regazo el cuerpo yacente del Hijo.

El conjunto de Palma Burgos, al igual que el anterior, se halla labrado en un solo bloque y es de talla completa, presentando las vestiduras de la Dolorosa -túnica, toca y manto- esculpidas en el material. Ambas imágenes presentan los ojos y las pestañas pintados en la madera, careciendo de preseas que ilustren su divinidad.

La madura Dolorosa no lleva lágrimas. Inclina su cabeza y dirige la afligida mirada hacia la figura inerte de Jesús, mostrando gran entereza en su dolor. Los carnosos labios de María se hallan cerrados, mientras que la laxitud del cuerpo de Cristo provoca que los suyos aparezcan entreabiertos, dejando ver la dentadura tallada. La mano derecha de la Madre sostiene la cabeza del Hijo, cuyos brazos aparecen desplomados hacia el suelo, sosteniendo la efigie mariana el derecho con su mano izquierda.

El Varón presenta una complexión fuerte y proporcionada, con gran detallismo en la representación de músculos y tendones, muy contraídos en algunos casos por la complicada postura que adopta al tenerlo la Madre en su regazo. Al hallarse la Virgen postrada de hinojos, la mitad superior del cadáver reposa sobre su rodilla derecha.

Las carnaciones son aceitunadas, con escasos regueros de sangre, en el caso del Cristo, ofreciendo matices más pálidos Palma Burgos en las tonalidades de María, cuyas vestiduras han sido pinceladas en tonos fríos y monocromos a excepción de la toca destinada a cubrir sus cabellos, que imita un tejido hebreo.

Aunque Palma Burgos siempre admitió haber sido artesano de su procreador utilizando los bocetos que se habían salvado de la Piedad, esta obra, junto con el Cristo para la Congregación de Mena, representó para el escultor malagueño una magnífica crítica y una acreditación extraordinaria en su trayectoria. En los días previos a su bendición, en marzo de 1941, el grupo de la Piedad fue expuesto en el Museo de Bellas Artes de Málaga.

 

 
 
Piedad (La Carolina)
Foto: La Galería

 

Otra interesante versión de la Piedad se encuentra en el municipio jiennense de La Carolina. Fue realizada por Palma Burgos entre 1941 y 1943 -a la misma vez que la Piedad malagueña, de ahí la evidente similitud que existe entre ambas- para la hermandad carolinense de los Caídos, con el fin de presidir la capilla funeraria donde yacían los cuerpos de las víctimas de la Guerra Civil. Posteriormente, en 1958, se creó una cofradía que la comenzaría a sacar en procesión, si bien en un principio la Hermandad de los Caídos, propietaria de la obra, no quería procesionarla dado su peso y el hecho de que se encontraba algo deteriorada.

Una vez accedió la Hermandad de los Caídos accedió a la procesión, la nueva corporación, popularmente conocida como Cofradía de los Estudiantes por la condición de sus fundadores, encargó a Palma Burgos, por entonces en Úbeda, un trono acorde con la valía de la imagen. En su primera salida, a Palma Burgos, que desde un primer momento se mostró muy interesado en el proyecto, no le dio tiempo a terminar los faroles, saliendo en su lugar cuatro jarras en las esquinas y dos de menor tamaño a cada lado de la imagen. Dicho paso ha sido reemplazado por otro tallado por Tirao Carpio según un diseño de José Manuel Martínez Hurtado.

A pesar de las similitudes con la Piedad malagueña -ambas muestran a la Virgen arrodillada, apoyando igual el cuerpo del Hijo en su pierna izquierda-, las diferencias también son evidentes: en este caso, el eje de la composición pasa del lado derecho de María al izquierdo, el perizoma del Cristo es algo más amplio y se extiende por encima del costado, y lo que es más importante, la Virgen pasa de contemplar el cadáver a interactuar con el fiel, mostrándole llorosa al Varón sacrificado, fruto de sus entrañas.

Por otro lado, al haber sido concebida como una escultura monumental y no procesional, destinada a presidir un altar funerario a cierta altura del nivel del suelo, la Piedad de La Carolina no posee tallada la zona de la pierna y el pie derecho -hubo también un problema de medidas con el hueco de la hornacina donde fue ubicada-; asimismo, su ensamblaje es menos severo que el de una talla procesional, y respecto al dorso de la figura, que se corresponde con la parte trasera del manto, se muestra bastante más liso, algo propio de las piezas de retablo, sin el movimiento y los pliegues propios de una efigie preparada para salir en procesión.

Entre diciembre de 1997 y enero de 1999 la imagen fue restaurada a Andújar para su restauración, llevada a cabo por José Luis Ojeda Navío en el taller que poseía en la sacristía de la Parroquia de Santa María. Dicho artífice la intervino de nuevo entre enero y marzo de 2011 al ser una talla con un gran volumen de madera y no estar la misma totalmente seca, como se comprobó en la anterior restauración, lo que le hace ser muy susceptible de movimientos por cambios de temperatura y humedad. En 2004 se le incorporó al paso una cruz arbórea, que vino a sustituir a la de corte plano y rectangular que existía desde los inicios de la hermandad.

 

 
 
 
Palma Burgos trabajando en el taller
Fotos: Fausto Lanciano

 

FUENTES

AA.VV. Piedad. Boletín de la Hermandad de Nuestra Señora de la Piedad, nº 12, Cuaresma 2009, La Carolina (Jaén), pp. 40-42, 53-54 y 57-58.

LORITE CRUZ, Pablo. " La concepción asexual de Santa María Magdalena según Francisco Palma Burgos. Un parangón iconológico de la mujer humana como la Humanidad", en AA.VV. VII Congreso virtual sobre Historia de las Mujeres, Archivo Histórico Diocesano de Jaén, 2015, p. 422.

TORAL VALERO, Felipe. "Francisco Palma Burgos y la imagen del Cristo del Clavo", artículo publicado en Consummatum est, Cartas Diferentes Ediciones, La Palma, 2007, p. 381.

http://www.lahornacina.com/semblanzaspalmaburgos.htm

 

Anterior entrega en este

 

Volver          Principal

www.lahornacina.com