La patrona de la ciudad de Castellón de la Plana destaca por ser una pequeña figura labrada en alabastro, de 6 cm de altura y origen bastante incierto, aunque algunos estudios le atribuyen varios milenios. La tradición cuenta que la pequeña imagen fue encontrada por un labrador mientras araba el campo bajo un árbol llamado almez, en valenciano “lledoner”, de donde procede el nombre de la advocación.

En el siglo XVII se colocó la pequeña imagen en una de tamaño mayor conocida popularmente como "La Lledonera", ya que hasta el momento se había venerado en relicarios.

La Mare de Déu del Lledó fue declarada patrona de la ciudad en 1922 por el Papa Pío XI, dos años más tarde en mayo de 1924 el cardenal Vidal i Barraquer coronaría pontificalmente ambas imágenes.

En los sucesos del año 1936, con motivo de la Guerra Civil española, la imagen-relicario fue profanada, aunque la pequeña imagen de alabastro pudo ser escondida. La nueva imagen-relicario fue realizada por Tomás Colom y policromada por el pintor Juan Bautista Porcar. Posee una amplia variedad de mantos que luce siempre acorde al color del tiempo litúrgico. Celebra su festividad cada primer domingo del mes de Mayo.