En líneas generales, el tema de la Piedad tratado por Perugino se caracteriza por un esquema reposado y agradable, ordenado según las reglas de la simetría, con el cuerpo rígido y horizontal de Jesús y la Virgen sentada en posición erguida. Una composición de orígenes alemanes que, años después, Miguel Ángel revolucionó con su Piedad vaticana. A los lados del grupo central Perugino pinta siempre santos, sobre todo Juan y la Magdalena.

En la Galería Nacional de Umbría, ubicada en Perugia, la localidad natal del artista, se conserva un ejemplar de su etapa juvenil (imagen superior), pintado para un estandarte procesional procedente del convento franciscano de la cercana población de Farneto. En este caso, la figura de San Juan se sustituye por la de San Jerónimo penitente. La dureza y los grafismos del maestro Verrocchio se manifiestan en una pieza que comienza a apuntar los caracteres mórbidos y difusos por los que Perugino se haría famoso, sobre todo en la cabeza de la Magdalena y en varios detalles del paisaje.

Bajo un pórtico se halla la Piedad de la Galería Uffizi de Florencia, pintada para la iglesia conventual de los Ingesuati de San Giusto, situada extramuros de Florencia. Pieza que ha llegado a nosotros muy restaurada, tras los daños que sufrió con motivo de la demolición del convento en 1529 por el asedio de Florencia y el hecho de que fuera repintada en 1799, cuando fue trasladada a Francia. Volvió a Italia con la Restauración y en 1919 ingresó en los Uffizi. Juan y la Magdalena están arrodillados en primer plano, mientras detrás, de pie, aparecen Nicodemo y José de Arimatea.

Como una copia con variantes podemos calificar la Piedad (imagen superior) conservada en la Galería Nacional de Irlanda (Dublín). En el muro bajo podemos leer en letras doradas la firma del maestro: "Petrus Perusinus Pinxit". Más allá de la logia que sirve de escenario, se puede vislumbrar el paisaje montañoso típico de la producción de Perugino, donde unas diminutas figuras no identificables se alejan del lugar de la Crucifixión en el Gólgota.

Algunas diferencias compositivas vemos en la Piedad del templo de Santa María la mayor de Spello (imagen inferior), pequeña localidad cercana también a Perugia. El grupo de Jesús y María, cuyas facciones son ancianas, están aquí sobre un trono. Cristo parece casi recogido en sí mismo y la Virgen no le mira a los ojos. Además de Juan y la Magdalena aparecen también dos cabezas aladas de querubines. La composición se asemeja a un retablo y las expresiones en este caso generan menos fuerza dramática que nunca, con unas emociones sumamente contenidas.

Por último, aunque el tema pertenece a la Imago Pietatis, más cercano al del Varón de Dolores que a la Piedad, debemos mencionar una de las pinturas integrantes del políptico originalmente destinado a la Iglesia de San Agustín de Perugia, hoy en la Galería Nacional de Umbría. La pieza muestra a Cristo sobre un ara o altar, sujeto por María, Juan y José de Arimatea, quienes lo exhiben a los fieles. El políptico fue desmembrado con las represiones napoleónicas.