El 5 de marzo de 1958 se fundó en Lora del Río (Sevilla) la Real Hermandad del Santo Entierro. Al año siguiente, el 17 de octubre, se aprobaron las reglas. Hace su estación el Sábado Santo. Las tallas de los titulares fueron realizadas por Francisco Pinto Berraquero, el Cristo (1957), y por Francisco Buiza Fernández, Nuestra Señora de las Angustias (1958).

Pinto Berraquero talló la imagen del Cristo Yacente en una sola pieza de madera, posteriormente estucada y policromada. Posee una altura de 170 cm, con una anchura de hombros de 65 cm y un peso de 60 kg. La imagen presenta cierta dulzura en su muerte, con los párpados ligeramente entreabiertos. La cabeza descansa sobre el lado derecho.

Muestra perfectamente definidos los signos de la Pasión: las hendiduras de los clavos, tanto en los pies como en las manos; la lanzada en el costado derecho; la herida sobre el hombro derecho producida por la rozadura del traslado de la cruz; dos cicatrices al dorso, descarnaciones de la piel cuyo origen puede atribuirse al mismo motivo; y la rozadura en el lado izquierdo del abdomen, producida por el roce de la cuerda que sujeta el perizoma.

Los brazos de Jesús se extienden a lo largo de su cuerpo, estando la mano derecha apoyada sobre la pelvis y la izquierda descansando sobre el recogido que forma el paño de pureza.

Las imágenes religiosas salida de las gubias de Pinto Berraquero muestran el manejo de una tradición que se remonta a siglos que permiten la permanencia de oficios y saberes filtrados por la propia formación del escultor, pero también por su propia trayectoria vital. La formación en la Escuela de Bellas Artes y la investigación personal en las formas contemporáneas infiltró en su oficio la naturalidad y simplificación de las formas, la contención y la expresividad. Su obra de imaginería no puede entenderse al margen de su propia trayectoria en el arte moderno y contemporáneo, del mismo modo que no puede entenderse sin su admiración por los maestros renacentistas y barrocos.

En este caso, nos encontramos ante una de las obras del autor más influidas por la escuela del Barroco, especialmente por los famosos modelos sobre la iconografía creados por Gregorio Fernández, como el Yacente del Pardo o el del Museo Nacional de Escultura. También se observa la influencia de Juan de Mesa en el tipo de labra de la barba y los cabellos.