BICENTENARIO DE RAMÓN AMADEU
VIRGEN DE LA CONSOLACIÓN Y CORREA Y ÁNGELES PLAÑIDEROS
Con información de Joan Yeguas y David Mallorquí (01/10/2021)
Ramón Amadeu (Barcelona, 1745/1821) alcanzó gran fama con sus figuras de pesebre, pero fue la escultura a tamaño natural su género más cultivado. Con un estilo popular, reflejo de la vertiente humana y sencilla de los personajes, a medio camino entre la pervivencia del barroco tardío y la progresiva penetración de los nuevas corrientes provenientes de Europa, de influencia clásica, se le ha atribuido un numeroso catálogo de esculturas. |
Foto: Néstor Prieto Jiménez |
Desgraciadamente, muchas de las obras de Amadeu desaparecieron durante los hechos de la Semana Trágica y con el estallido de la Guerra Civil española. El estudio de su trayectoria revela una intensa actividad mantenida durante décadas que dio lugar a una producción de temática exclusivamente religiosa, sin ninguna referencia a temas mitológicos, ni tampoco a otros, propios de las nuevas tendencias estéticas del neoclasicismo, que a principios del siglo XIX empezaban a hacerse presentes en la ciudad de Barcelona. El conjunto escultórico formado por Nuestra Señora de la Consolación y Correa y dos ángeles plañideros fue donado al capítulo catedralicio jiennense el 16 de octubre de 1821 por Lluís Xavier de Garma i Pérez-Moreno (Barcelona, 1752 - Jaén, 1824), canónigo de la Catedral de Jaén. El canónigo era hijo de Francesc Xavier de Garma i Duran y Maria-Anna Pérez-Moreno i Vidal. Su padre fue director del Archivo de la Corona de Aragón (desde 1740) y miembro de la Academia de Buenas Letras de Barcelona (desde 1747). Su madre era la baronesa de Eramprunyà, castillo del término municipal de Gavà, título nobiliario que pasó en 1789 al primogénito Bernat Xavier de Garma i Pérez-Moreno. Lluís fue bautizado en la parroquia barcelonesa de Santa Maria del Pi, y después estudió en el Seminario Tridentino de Barcelona. Fue primero canónigo de la Catedral de Vic. En 1795 llegó a Jaén, donde también ejerció de comisario de la Inquisición. Tenía ciertas y singulares habilidades: ideó una máquina de hilar por la cual le pagaban una pensión anual, y también proyectó elementos de apoyo para fortificaciones. En 1799 el canónigo encargó una cruz de plata al orfebre Narciso Pérez, y como buen parroquiano de Santa Maria del Pi, el 1 de octubre de 1807 donó una imagen de San José Oriol a la Catedral de Jaén, obra firmada por Ramón Amadeu. En 1810, ante la entrada de los franceses en la ciudad de Jaén, hizo falsificar la venerada reliquia del Santo Rostro. Dicha falsificación corrió a cargo del pintor Manuel de las Cuevas. |
Foto: Néstor Prieto Jiménez |
Después de haber donado la Virgen de la Consolación y Correa (imagen inferior) a la Catedral de Jaén en 1821, el prelado catalán dejó estipulado en su testamento el deseo de hacer un retablo para la imagen, un altar que, seis años después de la donación de las figuras, ya había sido finalizado. Los dos ángeles plañideros que complementaban el conjunto escultórico fueron reaprovechados en el misterio de la Virgen de las Angustias (titular desde 1926 de la cofradía jiennense de la Buena Muerte), obra del escultor José de Mora que ingresó en el templo metropolitano en 1845. Pero queda claro que la Virgen de la Correa y los ángeles plañideros habían formado parte de un solo grupo. La Virgen de la Correa ha sido confundida con una Dolorosa que peregrinó por diferentes iglesias y conventos jiennenses, y no ingresó en la Catedral de Jaén hasta 1713. Pero por el estilo que presenta, su ejecución en una fecha tan temprana como los inicios del siglo XVIII es imposible. El vínculo estilístico entre el conjunto de Jaén y el escultor Ramón Amadeu se lo debemos a la observación de Domínguez Cubero, quién relacionó la expresividad de los ángeles plañideros o pasionarios con los del grupo de la Piedad de Amadeu que se conserva en la iglesia de Sant Pere de Figueres. Los ángeles plañideros de Jaén fueron restaurados en 2016 por Néstor Prieto Jiménez. Por lo tanto, el conjunto formado por la Dolorosa advocada Nuestra Señora de la Consolación y Correa junto con los dos ángeles plañideros y la imagen de San José Oriol, constituye el legado artístico que Lluís Xavier de Garma dejó en la ciudad andaluza de Jaén, curiosamente vinculado todo ello a la mano de Ramón Amadeu. |
Foto: Néstor Prieto Jiménez |
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FUENTES YEGUAS I GASSO, Joan. Ramon Amadeu i el pessebrisme català al Museu dels Sants d'Olot, Olot (Girona), Museus d'Olot e Institut Municipal de Cultura d'Olot, 2019, pp. 63-64. MALLORQUÍ GARCIA, David. "El conjunt escultòric de La Verge dels Dolors de Figueres. Apunts documentals durant el seu procés de restauració", en Annals de l'Institut d’Estudis Empordanesos (AIEE), vol. 51, Figueres (Girona), 2020, pp. 519 y 521. |
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