Imagen de tamaño natural (mide 170 cm de altura) realizada por el escultor e imaginero Salvador Madroñal Valle (Dos Hermanas, Sevilla, 1965) en el año 1999 al estilo de la escuela sevillana del siglo XVIII. Actualmente es titular de la hermandad jerezana del Santísimo Sacramento del Altar y Cofradía de Nazarenos del Santísimo Cristo de la Clemencia en la Traición de Judas, María Santísima de la Salud y Esperanza, Madre de la Iglesia, San Benito y San Juan Pablo II, cuya estación de penitencia tiene lugar la tarde-noche del Martes Santo.

La Virgen de la Salud y Esperanza se halla representada inclinando suavemente la cabeza, con el entrecejo muy marcado por el dolor -recordando famosos prototipos del Barroco hispalense como la Estrella de Triana o la Esperanza Macarena- y unos párpados tan caídos e hinchados por el llanto que casi dejan ocultos los ojos, los cuales han sido modelados en pasta vítrea. Lleva también en su mascarilla pestañas superiores de pelo natural y tres lágrimas de cristal, dos colocadas en la mejilla derecha y una en la izquierda.

Muestra por tanto esta exquisita dolorosa una fuerte expresión dramática debido al trance pasionista de Jesús. En su rostro, de cálidas carnaciones, vemos también rasgos idealizados como la nariz, recta y estrecha; boca de labios rojizos -abierta por los sollozos, lo que permite apreciar claramente la lengua proyectada hacia adelante y ambas coronas dentarias talladas- y puntiagudo mentón, tocado con hoyuelo, que da paso a un cuello esbelto y moderadamente anatomizado. Las manos, extendidas, llevan los típicos atributos del rosario y el pañuelo.

Esta imagen se hizo en principio para la hermandad sevillana de las Siete Palabras, siendo Madroñal el primer artista con el que contactó la popular cofradía de penitencia en los tiempos que pensaba sustituir su dolorosa titular, una obra fruto de la remodelación efectuada en 1956 por el escultor Manuel Escamilla sobre el Ángel de la Justicia (1901) del paso alegórico que Emilio Pizarro talló sobre la iconografía del Sagrado Corazón de Jesús para las Siete Palabras, conjunto que finalmente no llegó a procesionar.

Cuando Madroñal terminó esta dolorosa, Ángel Heredia, por entonces hermano mayor de la cofradía jerezana de la Clemencia, se mostró tan interesado en ella que le dijo al escultor que, si al final no se quedaba en Sevilla, ellos se la llevaban a Jerez de la Frontera. Como pasaron los meses que Madroñal dio de plazo a la Cofradía de las Siete Palabras sin tener una respuesta firme, pues la controversia que existía ya en su seno sobre la sustitución de la Virgen de la Cabeza era muy grande, su dolorosa se trasladó finalmente a Jerez de la Frontera, siendo bendecida en 2005 con la advocación de Salud y Esperanza, Madre de la Iglesia.

Procesiona en la Semana Santa jerezana en un paso que se halla todavía en fase de ejecución, donde destacan poderosamente los magníficos bordados del palio, ejecutados por el andujareño Pedro Palenciano según un diseño propio de aires renacentistas, dotado de gran majestuosidad e inspirado en la arquitectura romana. También es digno de mención el diseño de la orfebrería, obra del sevillano Javier Sánchez de los Reyes, con piezas cinceladas por los orfebres Manuel Valera y José Manuel Bernet.

En el año 2013 la Virgen de la Salud y Esperanza procesionó en el Via Lucis Mariano de Jerez de la Frontera, organizado por la Unión de Hermandades de Jerez con motivo de la conmemoración del Año de la Fe. La imagen recreaba el pasaje de la Anunciación a María, siendo Salvador Madroñal el único escultor vivo con una obra en dicha procesión magna, inspirada en el programa iconográfico del retablo mariano de bronce que recibe culto en la Colegiata de Santa María de la Encarnación la Mayor de Ronda, creación de Paco Parra (2000).