Según López Jiménez, esta imagen de Cristo con la cruz a cuestas, con la advocación de Jesús de las Mercedes, se inspira en el Nazareno de la Cofradía de Jesús, una obra encargada por sus mayordomos, al fundarse dicha corporación en 1600, al escultor Juan de Aguilera, con policromía del pintor lorquino Melchor de Medina.

La inspiración es a nivel compositivo, tanto en la erguida postura que adopta el Nazareno al portar el madero, como en la mirada baja, dirigida al espectador que contempla su procesión en la calle. El rostro, igual de expresivo, se ajusta sin embargo al estilo de Nicolás Salzillo, con las cejas finas, la nariz en punta y delgada, la oreja pequeña de pabellón abierto y aplastado, el volumen de los labios, la cavidad orbitaria de los grandes ojos muy amplia y hundida, los pliegues del cuello y frente excesivamente remarcados, y la forma de tallar la barba subrayando los mechones con sentido dibujístico, como bien aprecia Belda Iniesta.

No obstante, las manos, estilizadas y delgadas, con pliegues singulares en el arranque de los dedos y uñas alargadas y casi en bisel, presentan un modelado mucho más perfecto del que acostumbra Nicolás Salzillo, no emergiendo las venas bruscamente sobre un dorso plano. Este fue uno de los aspectos que pudo hacer vacilar en cuanto a su atribución y se vinculara a Nicolás de Bussy, cuyas creaciones poseen un dramatismo patético del que este Nazareno carece. Asimismo, según Belda Iniesta, los rostros de Bussy muestran las cejas más pobladas y convergentes, lo boca abierta arqueada hacia abajo, y unas barbas de tallado más minucioso.

Todas estas dudas quedarían esclarecidas tras la intervención practicada sobre la escultura en 2005 en el Centro de Conservación y Restauración de Bienes Culturales de la Comunidad Autónoma de Murcia. El restaurador Fernández Labaña, quien interviene directamente en dicha restauración, publicaría luego diversos estudios comparativos de los rostros de algunas obras de Nicolás Salzillo, clarificando de una manera definitiva la autoría de la imagen en favor del escultor de Capua. Son especialmente evidentes las semejanzas del Nazareno con el San Francisco de Borja, atribuido por Fernández Labaña a Nicolás Salzillo a raíz de dichos estudios.

Al igual que el Nazareno de la Cofradía de Jesús, Jesús de las Mercedes, incorporado desde 1987 a la asociación murciana del Santísimo Cristo de la Salud, posee un mecanismo articulado en el brazo derecho, hoy inutilizado, con el que impartió durante un tiempo la bendición a los fieles.

Es imagen de vestir, de 150 cm de altura. Consta que ya existía con anterioridad al año de 1725. Recibía culto, en un principio, en el oratorio privado de la Sacristía. La escritura, fechada en 1725, entre el Convento de Nuestra Señora de la Merced y don Fernando Cano Buedo, abogado de los reales consejos de la ciudad de Murcia y de presos del Santo Oficio de la Inquisición, refleja el convenio para que dicha imagen pasase a presidir la primera capilla del lado del Evangelio que había pasado a ser propiedad de Cano Buedo.