Esta estatua de mármol fue encargada por el sacerdote Pietro Regine para su fastuosa capilla dedicada a San Felipe Neri en Forio, localidad ubicada en la isla de Isquia, a la entrada del golfo de Nápoles. A diferencia de la mayoría de las obras de Sanmartino, se halla fechada y firmada en su base con la leyenda "Joseph Sanmartino / Neapolis invenit et sculpsit 1786". El escultor cobró por ella la cantidad de 1.000 ducados.

La escultura está esculpida a tamaño natural, y aparece sobre un alto pedestal con espléndido altorrelieve en su centro que recrea las Obras de Misericordia. La Religión se halla representada por una majestuosa figura femenina velada que aplasta los símbolos de la mentira y la hipocresía, y tiene a sus pies un ángel caído, que simboliza el pecado o el mal, cuya cabeza ha sido seccionada. Con su mano izquierda, la Religión sujeta con fuerza la cruz apoyada en los textos sagrados, mientras en la derecha, también lamentablemente mutilada, llevaba un corazón llameante como símbolo del intelecto humano y del ardor religioso.

Al igual que la obra más famosa del autor, la Religión se caracteriza por la presencia de los muy sutiles velos que revelan y no ocultan la sinuosa silueta femenina, dando un efecto natural y transparente, y demostrando de paso una vez más, pese a ser una de las últimas obras de Sanmartino, la gran capacidad del artista a la hora de modelar ese magistral "velo de mármol" que se adhiere con gran realismo al cuerpo.

Ese mármol que compone íntegramente la escultura parece volverse líquido bajo el prodigioso cincel del artista napolitano con el fin de alcanzar la textura del velo, una textura que no sugiere la frialdad y la dureza de la piedra, sino la de una sedosa tela movida por el viento. Todo aquel que observa esta escultura de Sanmartino no puede evitar pensar que un leve soplo de viento sería suficiente para retirar el velo que la cubre.

Según Mazzella, esta obra, pese al incomprensible olvido en el que se halla sumida, constituye el canto del cisne de la escultura barroca. Puro artificio unido a un insuperable virtuosismo. Su mayor grandeza, evidentemente, se halla en ese velo que difumina el cuerpo sin cubrirlo a la vista del espectador.

No sabemos el momento exacto en que la escultura pasó de la desmantelada capilla de Pietro Regine al Cementerio Monumental de Santa Ana, en Trieste, al norte de Italia en la frontera con Eslovenia. Solo sabemos que fue adquirida por Pietro Sartorio, un rico comerciante de grano nacido en Sanremo pero afincado en Trieste, para presidir en dicho camposanto su tumba, la cual fue concedida el 2 de diciembre de 1864. Elio Catello considera que la compra tuvo que efectuarse entre 1867 y 1886.

Hasta 1995 la escultura permaneció intacta, pero un día de diciembre de aquel año sufrió la mutilación de la mano derecha sosteniendo el corazón en llamas y de la cabeza del ángel, muy bella y de cabellos rizados como todas las de los ángeles labrados por Sanmartino. Clausulas burocráticas han obstaculizado cualquier intento de restauración, pese al desolador estado de abandono en que se encuentra la estatua, mutilada y dañada, expuesta a los elementos y ennegrecida por la contaminación. Finalmente, a finales de 2019 se anunció una restauración con vistas a la pasada primavera que la crisis sanitaria por el COVID-19 ha retrasado.

Existe un boceto en terracota de la Religión en el Museo del Palacio Venecia de Roma (imagen inferior). Fue comprado en 1958 por el estado italiano al anticuario Eugenio Di Castro. Está en buen estado de conservación, pese a la pérdida del antebrazo derecho de la figura femenina y la cabeza del ángel, curiosamente los mismos daños que muestra actualmente el original. Fue Elio Catello quien identificó el boceto, ya que en principio fue atribuido al escultor veneciano Antonio Corradini por sus conexiones con la figura de la Modestia que se conserva en la Capilla Sansevero de Nápoles, justamente al lado del popular Cristo velado de Sanmartino.