GIUSEPPE SANMARTINO. 300 AÑOS
OBRAS DE ORFEBRERÍA

26/06/2020


 

 

Resulta indudable la gran capacidad de Giuseppe Sanmartino y de los discípulos que trabajaron en su taller para hacer suyas todas las posibilidades expresivas que ofrecían los diversos materiales con los que trabajaron, en especial la encomiable labor llevada a cabo para adaptar las figuras modeladas en terracota al lenguaje específico de la orfebrería, lo que dio lugar a un buen número de obras maestras ejecutadas en metales preciosos, principalmente la plata y el bronce. Parece ser que la actividad de Sanmartino como modelador de esculturas para orfebres comienza en 1759, cuando realiza el San Vicente Ferrer comprado en 1996 por el Metropolitan Museum de Nueva York, una obra que sirvió como boceto para una pieza de orfebrería en honor al dominico español que fue labrada por el platero napolitano Francesco Manzone.

 

 

En el Museo del Tesoro de San Genaro, abierto desde 2003 en las estancias adyacentes a la real capilla barroca dedicada al santo en la catedral de Nápoles, ciudad de la que es patrón, se conserva este busto-relicario en plata de Santo Domingo de Guzmán, cuya ejecución se estima en torno a los años 1750-1760. El nombre del orfebre se desconoce, aunque se apunta al mencionado Francesco Manzone. Aunque sin firma ni documentación que acredite su autoría, la espléndida pieza tiene todos los caracteres propios de Sanmartino reconocidos por expertos como Elio Catello. Por otro lado, resultan evidentes sus semejanzas con el Santo Domingo de mármol que el escultor labró para el conjunto del Cappellone de Tarento, ya analizado en una anterior entrega.

 

 

También en el Museo del Tesoro de San Genaro, que alberga una amplia y valiosa colección de obras de arte en plata, encontramos esta estatua a tamaño natural (mide 177 cm de altura) del Arcángel Rafael y Tobías, cuyo diseño se adjudica a Sanmartino. No obstante, debemos considerarla una obra póstuma del artista, basada en un dibujo o en una terracota de pequeño formato, ya que se fecha en 1797 y Sanmartino falleció cuatro años antes de su ejecución. Finamente trabajada en plata fundida, repujada y cincelada, cobre y bronce dorado, por los hermanos orfebres Giuseppe y Gennaro del Giudice, suscita grandes colas cada año por San Valentín, desde que una antigua tradición local, fusionando elementos paganos y cristianos, asegura que besar el emblemático pez asociado al santo, su atributo más reconocido, proporciona fertilidad y mejora sexual a las mujeres.

 

 

En Forio encontramos la estatua del patrón San Vito. Aunque los forianos ya poseían un simulacro en madera del santo, una vez terminados los trabajos de construcción de su basílica quisieron honrarle con la ejecución de una estatua de plata que llegó a la localidad el 21 de marzo de 1787. Según el historiador D'Ascia, el diseño y la composición corrió a cargo de Sanmartino, siendo nuevamente los hermanos Giuseppe y Gennaro del Giudice los orfebres que llevaron a cabo el trabajo. La obra fue modelada y ejecutada en un año, porque el contrato entre los orfebres y el alcalde de Forio se firmó el 18 de abril de 1786. La estatua está lejos de las formas barrocas de Sanmartino, por lo que se supone que su modelado estuvo inspirado en el de un simulacro preexistente de finales del siglo XVI. Esta estatua de plata se encuentra en la sacristía de la basílica, en un armario cerrado que solo se abre con motivo de la fiesta patronal del 14 al 17 de junio y el día 6 de enero. Ello permite una mejor conservación de la plata. Además, en la basílica la imagen de San Vito está presente no solo en la escultura de madera, sino también en el espléndido lienzo del altar mayor realizado en 1742 por Alfonso Di Spigna, quien retrató al santo patrón junto a Santa Catalina de Alejandría al pie de la Santísima Trinidad.

 

 

El último de los ejemplos es el San Roque que se venera en el tesoro de la concatedral de Ruvo di Puglia, localidad cercana a Bari de la que es co-patrón. Fue ejecutada por el platero napolitano Biagio Giordano según un modelo de Sanmartino, y está fechada en 1793, el mismo año del fallecimiento del escultor. La estatua constituye una de las obras maestras del arte napolitano de plata del siglo XVIII y expresa toda la devoción que, desde la epidemia de peste del siglo XVI, la villa de Ruvo di Puglia profesa al santo. Las calidades y características de esta escultura de 157 cm de altura, dotada de una extraordinaria belleza, conducen sin margen de dudas al modelado de gran intensidad plástica que observamos en las creaciones marmóreas de Sanmartino. En el año 2010 fue sometida a una profunda restauración debido a las lagunas y a los graves problemas estructurales que presentaba por las procesiones, que fueron suprimidas, y por la colocación de elementos votivos metálicos por parte de sus devotos que terminaron dañando la lámina externa.

 

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