Joaquín Sorolla y Bastida nace en Valencia el 27 de febrero de 1863. Es el primer hijo de unos modestos comerciantes de telas: Joaquín Sorolla Gascón, oriundo de Cantavieja (Teruel) y residente en Valencia desde el año 1853, y de María Concepción Bastida Prat, valenciana de origen catalán.

Próximo a cumplir los doce años de edad, Joaquín, adoptado junto a su hermana Concha -un año más joven- por Isabel Bastida Prat -hermana de su madre- y su marido José Piqueres Guillén -de profesión maestro cerrajero- tras el prematuro fallecimiento de sus padres por el cólera en 1865, comienza a asistir a la Escuela Normal Superior de Valencia, donde muy pronto comienza su inclinación hacia el dibujo y la pintura.

En 1876, aconsejado por Baltasar Perales, director de dicha escuela, José Piqueres matricula a Sorolla en las clases nocturnas de dibujo que el escultor Cayetano Capuz imparte en la Escuela de Artesanos de Valencia.

Dos años después Joaquín Sorolla ingresa en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, institución dependiente de la Real Academia de San Carlos, cuyo director es el pintor Salustiano Asenjo. Allí tiene como profesores al grabador Ricardo Franch, al escultor Felipe Farinós y al paisajista Gonzalo Salvá, entre otros. A través de Juan Antonio García del Castillo, su condiscípulo en una de las clases de Dibujo de Figura, Sorolla conoce al fotógrafo valenciano Antonio García Peris, el padre de su compañero, quien se convierte a partir de este momento en su mecenas y protector durante su etapa juvenil como pintor.

En 1879, cuando utiliza como primer taller el piso de superior de la casa de su protector García Peris -en cuyo estudio, además, trabaja iluminando fotografías-, obtiene la medalla de tercera clase en la Exposición Regional de Valencia con la acuarela El Patio del Instituto. Al año siguiente le conceden la medalla de plata en la exposición celebrada por la Sociedad Recreativa "El Iris" de Valencia por el óleo Un Moro Acechando la Ocasión de su Venganza. En 1881, al concluir sus estudios en la Escuela de Bellas Artes de Valencia, viaja a Madrid y visita el Museo del Prado, donde se entusiasma especialmente con Diego Velázquez, cuyas obras copia. Su estudio de pintor se encuentra en ese momento en la valenciana calle San Martín.

En la Exposición Nacional de Bellas Artes de Madrid, inaugurada el 18 de mayo de 1881, presenta tres cuadros bajo el título común de Marina, siendo uno de ellos Marina. Barcos en Puerto. Es muy probable que al año siguiente viaje a Roma, ya que existen dos retratos de personajes italianos firmados por Sorolla en esa ciudad.

En 1883, año en que cambia su estudio a la calle de la Corona de Valencia, obtiene la medalla de oro en la Exposición Regional de Valencia, que se celebra entre julio y octubre, con su cuadro Monja en Oración, quizá el primero donde asoma ya la juvenil destreza de Sorolla, en opinión de Bernardino de Pantorba.

Dicha obra -un óleo sobre lienzo (95 x 75 cm) de la Fundación Bancaja-Colección Artística de la Caja de Ahorros de Valencia, Castellón y Alicante- se halla muy influenciada -algunos críticos hablan hasta de "plagio descarado"- por la Santa Clara en Éxtasis de su compañero Francisco Domingo Marqués.

En ella Joaquín Sorolla busca captar las lecciones de composición de los grandes maestros españoles del siglo XVII -especialmente Alonso Cano y Diego Velázquez-, y establece la estructura del cuadro a través de un acentuado juego de luces y sombras. Sorolla se centra en el rostro de la santa, vigorosamente modelado, cuyas blanquísimas carnaciones destacan sobre el resto de la tela, muy oscura, donde el impecable uso del color negro, del que obtiene diversas calidades y matices, se constituiría en una lección inolvidable para su futuro.

FUENTES

PONS-SOROLLA, Blanca. Sorolla. Obras Maestras, Barcelona, pp. 197-198;

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