TRICENTENARIO DE IGNACIO VERGARA II (IX)
CARROZA DE LAS NINFAS

Santiago Rodríguez López


 

 

La carroza de las ninfas constituye uno de los pocos ejemplos que restan de talla ornamental vinculados al escultor Ignacio Vergara, cuya faceta como diseñador y retablista es de sobra conocida. Expuesta en patio de carrozas del Palacio del Marqués de Dos Aguas de Valencia (actual Museo nacional de Cerámica y Artes Suntuarias González Martí), responde al deseo del tercer marqués de dos Aguas de disponer de un vehículo para las grandes solemnidades, fechándose el encargo en 1753.

Al igual que el resto de reformas emprendidas por el nombre en su residencia valenciana, el diseño de la pieza correspondería al extravagante Hipólito Rovira, a quien también se debe la ejecución del programa pictórico. Por su parte, como ocurriese en la portada del palacio valenciano, Ignacio Vergara sería el encargado de materializar escultóricamente aquel dibujo.

Tipológicamente se trata de una carroza del tipo berlina, con dos varas rectas "a la española", con capacidad para cuatro personas y acceso por los laterales, bajo los cuales se encuentra un peldaño retráctil que está sujeto a las varas. Toda la caja, de perfil trapezoidal, va suspendida por dos correas de cuero, de manera análoga a la carroza de oro del príncipe Josef Wenzel I de Liechtenstein, obra contemporánea a la de Vergara con la que presenta notables afinidades técnicas y estilísticas.

La caja presenta una abigarrada ornamentación en talla dorada de carácter rococó, en la que se entremezclan los motivos vegetales y distintas figuras antropomorfas, entre las que sobresalen las esbeltas ninfas que guarnecen las esquinas inferiores del habitáculo, de las que el conjunto toma su nombre; las varas por su parte, presentan en los extremos irreales cabezas de león, similares a los que escoltan la entrada del palacio. El repertorio decorativo planteado por Rovira constituye un destacado ejemplo de los motivos ornamentales que tan en boga estuvieron en el arte valenciano de la mitad del setecientos.

Al igual que en la portada, se recurre a un complejo programa iconográfico en torno al propio título marquesal planteado en torno a la mitología grecorromana. En éste se reiteran la personificación de los dos ríos, o la prosperidad del marquesado, a través de las figuras de Deméter y Perséfone. Dentro de esa lectura de conjunto, la historiadora Carmen Rodrigo Zarzosa resalta las alusiones que en los paneles de la carroza se hace a la propia función del vehículo como medio de trasporte, personificada en la figura de Hermes y al intenso mecenazgo desarrollado por los marqueses, con la figura de Atenea presidiendo las Artes.

 

 

 

BIBLIOGRAFÍA

BUCHÓN CUEVAS, Ana María. Ignacio Vergara y la Escultura de su Tiempo en Valencia, Valencia: Secretaría Autonómica de Cultura y Política Lingüística de la Generalitat Valenciana, 2006, pp. 263-264.

RODRIGO ZARZOSA, Carmen. "El arte suntuario en la Valencia del siglo XVIII. Los carruajes de gala", artículo publicado en AA.VV. La Real Academia de Bellas Artes de San Carlos en la Valencia Ilustrada, Universitat de València (UV), 2009, pp. 220-222.

 

 

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