Con gran acierto el historiador José Roda Peña relacionó la imagen de Jesús de la Salud y Buen Viaje, en origen un Ecce Homo de busto, con otro similar que perteneció al extinguido convento hispalense de Santa María de las Dueñas (Madres Cistercienses) y actualmente se conserva en el Convento de Santo Domingo de Silos "el Antiguo" de Toledo, a donde se trasladaron las religiosas sevillanas tras la exclaustración de 1868 llevándose consigo numerosas obras de arte, entre esculturas, pinturas, platería y ornamentos sagrados.

Gracias a las investigaciones llevadas a cabo por Francisco Amores Martínez sabemos que el actual titular de la cofradía sevillana de San Esteban perteneció a la llamada Congregación de la Annunziata, con sede en el colegio jesuita de San Hermenegildo. Tras la expulsión de la orden de los Jesuitas en 1771, el busto primitivo, modelado en terracota policromada entre los años 1590 y 1610, fue trasladado a la Iglesia de San Esteban, donde manos anónimas le añadieron un cuerpo entero de madera policromada -a excepción del pie izquierdo, también de terracota según se descubrió en la restauración realizada en 1975 por Jesús Santos Calero- para transformarlo en imagen sedente. En 1931 fue nuevamente reformado para sustituir la peña en la que estaba sentado por un sitial, con el fin de adaptarlo al pasaje procesional del Escarnio que actualmente representa. Consta también otra restauración efectuada por Sebastián Santos (1941). La última intervención hasta la fecha corrió a cargo del IAPH (2005), donde limpiaron y desinsectaron la talla, estabilizaron el soporte, restañaron fisuras y reintegraron lagunas pictóricas, provocadas en su mayoría por desgaste y pequeños golpes.

Esta sentida hechura de Cristo humillado y lloroso ante las burlas de los verdugos -lleva tres afiladas lágrimas de cristal en cada mejilla, elementos tampoco originales del busto- posee varios materiales en su confección; dos de ellos ya mencionados -terracota para el busto y el pie izquierdo, y madera para el resto del cuerpo- y un tercero: lienzo encolado, utilizado para ejecutar la clámide granate recogida en el brazo izquierdo, la cual posee una cenefa decorada con elementos florales dorados. Pese a su atavío, suele aparecer al culto parcialmente revestida con capa de terciopelo rojo. Sus manos aparecen atadas, llevando la derecha una caña a modo de cetro que, al igual que la corona de espinas, es superpuesta. La composición de la sinuosa cabellera y el alargado semblante nos sitúan en los modelos manieristas de finales del siglo XVI. Mide 132 cm de altura.

Respecto a los personajes que integran el misterio, tallados en el obrador sevillano de Antonio Castillo Lastrucci (1940), son un soldado romano que monta guardia, dos sayones arrodillados que se burlan con sarcasmo de la divinidad de Jesús, y un sanedrita que hace lo mismo, aunque éste se limita a gesticular de pie para no perder las formas debidas a su rango. Todos ellos fueron reformados en los años 60 para reemplazar las telas encoladas que los cubrían por prendas naturales; para Juan Carrero Rodríguez dicha intervención fue llevada a cabo por José Paz Vélez en 1961, si bien Ana María Ruiz Copete afirma que la hizo José Sanjuán Navarro en 1964.

Jesús de la Salud y Buen Viaje -conocido antes como el "Cristo de la Ventana" por recibir culto en San Esteban a través de una ventana ante la que solían encomendarse los viajeros- procesiona sobre neobarrocas andas adquiridas en los años 30 a la Cofradía del Cachorro. Tuvieron que ser ampliadas en 1939 por Sanjuán Navarro para poder acoplar el nuevo misterio. Roda Peña ha descubierto que fueron talladas por Antonio Cruz Gómez (1887). Los respiraderos, a excepción del trasero, son de José Gil (1909). El conjunto lleva relieves, bustos y escudos de Ricardo Rivera. Los candelabros de guardabrisas son del taller de Castillo Lastrucci (1945).