LA OBRA DE PEDRO DE VILLEGAS (II)
RETABLO DE LA VIRGEN DE LOS REMEDIOS - SEVILLA


 

 

Una de las grandes obras que han llegado hasta nosotros de Pedro de Villegas son el conjunto de tablas del retablo de la "Virgen de los Remedios". No se ha conservado resto alguno de la estructura arquitectónica labrada por el escultor Jerónimo Hernández que enmarcaba las pinturas, aunque no ocurre lo mismo con las nueve tablas de Villegas, conservadas en el mismo lugar para el que fueron pintadas originalmente: la capilla de Francisco Griego del templo sevillano de San Vicente, actual de la Hermandad de las Siete Palabras.

Dicha corporación de penitencia fue desposeída el 2 de noviembre del año 1868 de su residencia canónica al cerrarse el Convento Casa Grande del Carmen de Sevilla por los invasores franceses, trasladándose entonces a la Parroquia de San Vicente Mártir con las pocas imágenes y enseres que le dejaron. Se situaron en la referida capilla del lado del Evangelio dedicada a la Virgen de los Remedios. El traslado, al ser definitivo, se instala en lugar preferencial, modificándose la colocación del conjunto pictórico.

 

 

Teniendo en cuenta la ordenación de las tablas del retablo de la "Inmaculada Concepción" de Lebrija (Sevilla), realizado sobre un boceto de Pedro de Villegas, y el tamaño y temática de las conservadas en la Parroquia de San Vicente, el retablo de la "Virgen de los Remedios" presentaría un esquema similar al de Lebrija, en cuya tabla central aparece María con el Niño rodeada de atributos marianos, figurando en el lado del evangelio San Francisco recibiendo los estigmas y en el de la epístola Santa Lucía; sobre ellos, la Virgen de la Anunciación y San Gabriel y en el frontón que corona el conjunto el Padre Eterno.

En el retablo de los Remedios la imagen de la Virgen, firmada por Villegas, también ocuparía el centro, apareciendo en el banco San Jerónimo y las santas Justa y Rufina, mientras que en el primer cuerpo irían San Roque y San Sebastián y en el segundo San Juan Bautista y San Nicolás de Bari -patrono de las gentes del mar, en la capilla dedicada a un armador, capitán de navío y mercader de origen griego-; sobre ellos, en los extremos, estarían colocados los dos tondos que representan la escena de la Anunciación a María.

 

 

 

Con la tabla central Pedro de Villegas inicia el camino del naturalismo a la hora de representar a la Virgen en la posterior pintura sevillana. La imagen, seguidora del manierismo de Pedro de Campaña y de un grabado de Marcantonio Raimondi inspirado en un dibujo de Rafael, supone la plena integración de las formas rafaelescas en la obra del artista sevillano. Al representarla en un espacio irreal configurado por nubes, Villegas rompe con el popular esquema quatrocentista instaurado por Alejo Fernández con su Virgen de la Rosa. Para Gómez Sánchez su advocación proviene de la Virgen de los Remedios venerada en el desaparecido convento trianero que llevaba su nombre, imagen objeto de especial devoción marinera que daría nombre a los astilleros más importantes de la ciudad y posteriormente al barrio de los Remedios. La vinculación marinera de su culto la convertía en una advocación plena de significado para los familiares de Francisco Griego.

Según Serrera este retablo muestra analogías con el de la "Visitación" de la Catedral de Sevilla -los rostros de Santa Justa y Santa Rufina son similares a los de las jóvenes acompañantes de la Virgen en la escena central, y San Roque y San Sebastián, protectores contra las epidemias, responden a la tipología del Santiago y del San Sebastián catedralicio-, así como con el de la "Sagrada Familia" del templo sevillano de San Lorenzo.

 

 

 

Serrera fechó la obra hacia 1590, en la etapa final del pintor, sin embargo Gómez Sánchez adelantó su hechura al identificar sendos contratos concertados el 3 y el 4 de enero de 1569 por Jerónimo Hernández y Villegas con Juana Rosa y Nicolás Quisamich, viuda e hijo de Francisco Griego, de cara a la ejecución de la escultura y talla y de la pintura, dorado y estofado, respectivamente, del retablo para la capilla familiar en San Vicente.

También Gómez Sánchez relaciona las tablas de San Vicente con las que forman parte del ya citado retablo de la "Visitación" de la Catedral (hacia 1566), y aunque considera igualmente que existen variantes estilísticas entre ambos conjuntos, las consideras más próximas al retablo de los Remedios que el óleo sobre mármol de la "Sagrada Familia" pintado por Villegas para su enterramiento en la parroquia de San Lorenzo (hacia 1591).

 

 
 

 

FUENTES

Nuestro agradecimiento a la Hermandad de las Siete Palabras, en especial a su secretario Óscar Rincón Lavado y a su hermano mayor Antonio Escudero Galván, por su inestimable colaboración.

SERRERA CONTRERAS, Juan Miguel. "Pedro de Villegas Marmolejo", colección Arte Hispalense, ediciones de la Excma. Diputación Provincial de Sevilla, 1975, pp. 71, 81 y 121.

GÓMEZ SÁNCHEZ, Juan Antonio. "Pedro de Villegas Marmolejo (1519-1596): nuevas obras y documentos", en Laboratorio de Arte, nº 20, ediciones de la Universidad de Sevilla, 2007, pp. 58 y 62-63.

ROMO SALADO, Carlos Marcelo. "Una historia desconocida de la Hermandad Sacramental de Las Siete Palabras", en http://hermandadsietepalabras.blogspot.com, 28 de noviembre de 2011.

 

 

 

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