Es una lástima que el talento de Salustiano (1965), pintor afincado en el municipio sevillano de Valencina de la Concepción, sea mucho más reconocido en el extranjero que en nuestro país, pues una revisión de su trayectoria nos lleva a descubrir en su autor a un excelente creador de atmósferas inquietantes y depuradas composiciones que se mantienen muy por encima de tanto vanguardismo vacuo carente de personalidad y estilo propios.

En realidad, las creaciones de Salustiano, Licenciado en Bellas Artes por la Universidad de Sevilla (1986), recogen como pocas hoy en día el mejor espíritu del realismo poético en la pintura. En su carrera se advierte un espíritu inquieto, siempre a medio camino entre el clasicismo y la modernidad, entre el deseo de intemporalidad y el afán por retratar los prototipos urbanos del momento; en definitiva, entre la tradición y la transgresión.

Y todo ello se refleja a través de escenas formadas por personajes concebidos con un naturalismo casi fotográfico; normalmente uno por cada pieza, aunque pocos tratándose de retratos colectivos. Personajes que quedan abstraídos u observando atentamente al espectador desde un espacio que, en un principio, sugiere cierto hieratismo para acabar finalmente causando gran complicidad entre los que los contemplan.

Como en las creaciones fílmicas de Michelangelo Antonioni, la prolífica trayectoria de Salustiano supone una búsqueda continua de un universo pictórico creado con la pulcritud de los viejos tiempos, pero entendido como paradigma de la modernidad, en el que el ser humano queda aislado en una aparente simplicidad que, poco a poco, nos desvela una realidad escondida, de ricos matices emocionales.

El curriculum del pintor nacido en Villaverde del Río (Sevilla) es impresionante. Actualmente trabaja con dos galerías extranjeras, una con sede en Suiza y otra en San Francisco (Estados Unidos). Es habitual de eventos como ARCO y ha visto su obra expuesta en las mejores galerías de España y otros países como Francia, Rusia, Canadá, Estados Unidos o Alemania, donde sus obras siempre han levantado una gran admiración.