JUAN LUIS VASSALLO PARODI
Ángel Mozo Polo. Con información de José Antonio Merino Calvo
Juan Luis Vassallo Parodi nació en Cádiz, el 2 de mayo del año 1908, en la casa nº 19 de la calle Cervantes, siendo bautizado en la cercana Parroquia de San Antonio el día 13 del mismo mes. Sus padres eran Eduardo Vassallo Dorronzoro, pintor, y María de los Dolores Parodi Rosas. De ese matrimonio, prolífico como casi todos los de la época, nacieron nueve hijos. Dada la profesión del padre, tuvo casi desde niño un activo contacto con el arte. Con tan sólo un año, ya estaba en Córdoba. Allí había sido destinado el padre y allá que va toda su familia. Posteriormente, en Baeza, conocería igualmente las enseñanzas académicas de Vassallo Dorronzoro. Y como Úbeda estaba tan cerca, en la monumental ciudad renacentista, con 19 años, conoce la inestimable joya, desgraciadamente desaparecida, de San Juanito, atribuida a Miguel Ángel, la cual causó gran impacto en el gaditano. Juan Luis Vassallo Parodi consagró su vida al arte y a la enseñanza, y a no perder de vista su amada ciudad. Cada verano recalaba en Cádiz para buscar impulsos renovadores con el fin de seguir en Madrid laborando a conciencia, produciendo buenísimas obras que han ido enriqueciendo templos y plazas, museos y colecciones particulares. En el año 1930, contrajo matrimonio en la Iglesia de las Maravillas de Madrid con Amparo Rubio Juliá. Tres hijos nacerían de aquella apretada unión, que duraría hasta la muerte de la esposa, hecho ocurrido en 1981 y que sumió al artista en un profundo desamparo, tan sólo aliviado por el cariño de sus hijos. Una nota autógrafa del escultor nos dirá: "Me casé muy joven, pero he sido muy feliz con mi esposa, que nunca supuso un obstáculo en mi profesión. Todo lo contrario, me animó y ayudo mucho. Se preocupó mucho de sus hijos y luego de sus nietos. He tenido mucha suerte con mi familia". Su carrera, plena de méritos, reconocimientos y éxitos, le hicieron acreedor de valiosos premios que, por sí mismos, avalan la vida intensa y fecunda de cualquier buen artista. Así, en 1934, fue nombrado Director de la Escuela de Artes y Oficios de Ávila, y esta capital hizo mucho en el carácter y en la obra del gaditano. Ese mismo año obtiene la Tercera Medalla en la Exposición Nacional de Bellas Artes. En 1936 es premiado con el Nacional de Escultura y en 1948 con la Primera Medalla de la Exposición Nacional de Bellas Artes por su emblemática obra Gades, dedicada a su Cádiz natal. En 1967 es nombrado Académico de Número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando de Madrid y en el año 1984 es nombrado Académico de Honor de las de Cádiz y Sevilla, a las que ya Vassallo pertenecía como miembro de número. Fue nombrado tambiénVocal del Patronato del Museo Nacional del Prado. Nuestro genial artista trabajó con gran saber la iconografía religiosa, con tal unción y religiosidad que marcó un hito en su tiempo. En el libro Tradición y Contemporaneidad: El Escultor Juan Luis Vasallo Parodi, escrito por José Antonio Merino Calvo (1987), se recoge toda la obra del artista, siendo 49 las esculturas de temática religiosa que el maestro hizo. Imágenes ya para ser veneradas en retablos o para ser veneradas como patronas o patronos de localidades. Titulares de cofradías de Semana Santa; en fin, una gama completísima y perfecta de la representación plástica de diversos momentos tanto de la vida de Jesús como de la de María, sin olvidar la de algunos santos y santas que son imanes devocionales de los fieles de diversos sitios de España. De un leño reseco y abrasado por el fuego, al que tan sólo le quedaba la cabeza maltrecha, hizo la imagen preciosa y evocadora de La Galeona de Cádiz en 1945, escultura lígnea relicario que aún deja ver a todos ese leño calcinado en un día terrible de 1931. Pero antes, en 1943, talla un prodigio de Virgen para la Cofradía de Jesús Nazareno de Santa María: la Virgen de los Dolores del Nazareno, con los brazos abiertos, a todos sobrecogiéndonos por su contenida pena y mostrándonos un rostro bellísimo. Y para la misma Cofradía de Jesús Nazareno, talla los deliciosos Angelotes Porta-faroles que lleva el paso del titular. Una preciosidad de tallas dentro de la mejor escuela del barroco andaluz. En 1972, modela una Virgen Madre que está en el Oratorio del Espíritu Santo de la Clínica de San Rafael de Cádiz, delicadísima pieza en barro cocido y policromado. Entre 1949 y 1950, restaura la magnífica escultura de la Virgen de las Angustias de la cofradía gaditana del Caminito, talla extraordinaria debida a los Roldán, del siglo XVIII, que dejó en perfectas condiciones ya que se encontraba seriamente dañada por las manipulaciones que se le hacían para salir en procesión. Posteriormente, el restaurador e imaginero gaditano José Miguel Sánchez Peña ha vuelto a intervenirla con su habitual maestría. Para presidir el Salón de Planos del Ayuntamiento gaditano realiza un Cristo Majestad, dignísimo, que como era normal en los años de posguerra, se entronizaba en todos los lugares públicos. Esa imagen de Cristo Pantocrátor, una vez retirado de su sitio, está actualmente colocado en la tribuna que da al presbiterio del templo de San Juan de Dios, ese antiquísimo "palco" desde el que los ediles de la ciudad asistían a los oficios en el templo sanjuanista. Otras obras religiosas importantes de Vassallo, fallecido en Madrid en el año 1986, son el San José (1940) y la Virgen del Carmen con el Niño (1940), ambas en Benaocaz (Cádiz); el grupo de la Oración en el Huerto (1942) de Jerez de la Frontera; la Inmaculada (1945) del Seminario de San Telmo en Sevilla; el Cristo de la Misericordia (1953) de Ronda (Málaga); el Cristo de la Paz (1963), actualmente en el Asilo de Ancianos de San Rafael, en Dos Hermanas (Sevilla) o la Virgen con el Niño (1985) del Colegio Retamar de Madrid. En este punto hay que consignar su importante labor como restaurador, destacando su acierto e intervención en obras tan relevantes como el grupo de la Transfiguración de Cristo de Alonso Berruguete en la Iglesia del Salvador de Ubeda (Jaen) -que tuvo que reconstruir parcialmente- o las figuras del San Cristóbal y la Inmaculada Concepción (Cieguecita) de Juan Martínez Montañés. Dentro de la obra profana de Juan Luis Vassallo Parodi destacan Desnudo con Cisne (1936), Niña de la Piedra (1938), Maternidad (1948), Lavandera (1957), y Córdoba (1966), así como los monumentos a Minerva (1964), en el Círculo de Bellas Artes de Madrid, y a La Madre (1971) en Aracena (Huelva), y los retratos a Gustavo Bacarisas (1958) y Juan Belmonte (1961). |
Nota de La
Hornacina: Parte del escrito extraído del
artículo "El Escultor Juan Luis
Vassallo Parodi", publicado en el nº 0 de "Carrera Oficial", Cádiz, 2003.
Agradecemos a su director, Jesús Manuel Sánchez Pavón, la colaboración
prestada.
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