La ejecución del grupo escultórico del Santo Entierro, del que ya se hablaba hace más de diez años a raíz de la entrevista realizada a su autor con motivo de la entrega del VIII Premio La Hornacina, ha conllevado muchos desvelos y mucha agonía personal. El escultor está contento por la gran acogida que ha recibido y porque su salida procesional el pasado Viernes Santo ha resultado todo un acontecimiento. Este reportaje se publica, de momento, incompleto, ya que quedan pendientes las fotografías de estudio del fotógrafo Manuel Carpio, pero Antonio Jesús Yuste Navarro no quiere esperar ni un día más; pues en su opinión, "hasta que la obra no esté publicada en La Hornacina, en cierto sentido no está terminada y entregada del todo". Queda así tranquilo al verla alojada en este portal, "que es donde mejor puede estar". Una obra compleja, con un significado enorme en la vida artística y personal de un artista que tiene entre sus proyectos un inminente San Juan de vestir para Cartagena y dos grupos escultóricos de talla completa comprometidos (uno ya con maqueta y otro aún en dibujo). Un artista que sigue siendo ese muchacho sencillo y humilde de Cieza.