La lucha por el monasterio de San Ginés de la Jara continúa con una recogida de firmas en la plataforma Change.org para exigir una intervención de URGENCIA inmediata en el monasterio cartagenero, en su jardín y en las ermitas cercanas a cargo de la Dirección General de Bienes Culturales de la Región de Murcia, independientemente de las reclamaciones que se hagan a los verdaderos y últimos responsables de la situación actual del Bien de Interés Cultural (BIC).

En la petición (ver enlace), abierta por Daniel del Pozo Gil de Pareja, los firmantes se adhieren así a la petición de ejecución subsidiaria en San Ginés de la Jara solicitada por Juan-Miguel Margalef Martínez, presidente de la Asociación para la Defensa del Patrimonio de Cartagena y su Comarca (ADEPA).

Entre otros aspectos, se solicita la apertura de un expediente específico de intervención urgente en el que se tenga en cuenta, no solo la situación urbanística del monumento, sino su propia naturaleza de BIC y se arbitren medidas de urgencia para todo el conjunto que ataje el deterioro de este bien de interés cultural.

Los firmantes también reclaman que podría auditarse la situación real del BIC en su conjunto y elaborarse un proyecto arquitectónico que, atendiendo a las patologías más importantes que presenta el edificio, establezca los términos de la intervención de urgencia.

Como ya hemos dicho, con independencia de la actuación en el propio edificio del monasterio afectado, hay dos aspectos más en los que el Ayuntamiento de Cartagena debería actuar en relación con el BIC San Ginés de la Jara, según ADEPA: el jardín del monasterio que es histórico y que se está perdiendo irremisiblemente, a pesar de que sería fácil recuperarlo para los servicios municipales; y las ermitas del monte Miral, que también están afectadas de ruina y que pertenecen a otro propietario. En este segundo caso, tanto la legislación urbanística como la de patrimonio histórico regional facultan al Ayuntamiento de Cartagena para recordar a este propietario sus obligaciones con respecto a las Ermitas.

Para ADEPA, el Ayuntamiento de Cartagena pretende contra toda lógica que sea la empresa Hansa Urbana S.A, que ya no es propietaria registral del Monasterio, la que restaure, pero la empresa considera que solo debe hacerlo si se desarrolla el convenio urbanístico de Novo Cartago; una operación urbanística pactada entre el Ayuntamiento de Cartagena y la promotora Hansa Urbana S.A que, desde ADEPA, se califica de clamoroso fracaso. De hecho, la promotora se halla actualmente en concurso de acreedores. Por tanto, es difícil imaginar que pueda cumplir con sus compromisos en San Ginés de la Jara, aun en el caso de que estuviera dispuesto a continuar con el proyecto. Y aunque así fuera es difícil que pudiera hacerlo con la rapidez que necesita el monumento, que se encuentra en estado muy precario. Eso sin contar con el tiempo que llevaría la tramitación de los diferentes contenciosos administrativos y penales en marcha.

Todos estos obstáculos justifican sobradamente la anulación de la licencia de obras por parte del Ayuntamiento de Cartagena y la devolución a Hansa del monasterio, su anterior propietario. Por el contrario y contra toda lógica el Ayuntamiento de Cartagena parece empeñado en mantener la propiedad del monasterio y en exigir a Hansa, que por cierto no está de acuerdo con ello y que ha presentado un recurso contencioso, la ejecución del deber de conservación que hoy por hoy y con la ley en la mano corresponde al propietario registral que es el Ayuntamiento de Cartagena. Todo ello redunda, en definitiva, en una serie de retrasos y demoras que, para ADEPA, son muy "cómodas" para el Ayuntamiento, porque le proporcionan una excusa para no actuar, pero muy perjudiciales para el monumento, que se encuentra en penoso estado.

No solamente es ilógica la actitud del Ayuntamiento de Cartagena, que ni renuncia a la propiedad ni ejerce sus obligaciones como propietario del monasterio, también la Dirección General de Bienes Culturales, máxima responsable del Patrimonio histórico de la Región de Murcia, permanece según ADEPA impasible y evita utilizar los mecanismos legales que le permitirían desbloquear la situación, y ello, previsiblemente, para no enfrentarse al Ayuntamiento de Cartagena, porque ambos pertenecen al mismo grupo político.