Empleados del servicio de Patrimonio Histórico y Cultural del Ayuntamiento de Valencia han conseguido recuperar los fragmentos de la escultura de Neptuno a fin de poderlos analizar y proceder a la restauración integral de esta pieza barroca del jardín del Parterre. Su actuación llegó de forma obligada como consecuencia de los daños, incluida la decapitación, sufridos por este elemento del patrimonio artístico valenciano durante la celebración de la victoria de la Selección Española en el Campeonato Mundial de Fútbol.

Ante sucesos como el que ahora protagoniza el Neptuno del Parterre, cada vez y con mayor intensidad, desde algunos sectores de la opinión pública se alzan voces que sugieren sustituir los monumentos más característicos de la capital valenciana por copias, hecho que ya ha sucedido en otros lugares o museos. Aunque la filosofía es completamente distinta, cabe recordar que los Cristos devocionales de la Semana Santa de Valencia permanecen en sus iglesias respectivas, donde reciben el culto diario de sus devotos, y, sin embargo, copias de los mismos son las que se exponen en el Museo de la Semana Santa Marinera.

El concejal de Fiestas y Cultura Popular del Ayuntamiento de Valencia, Félix Crespo, lamenta la posible decisión de colocar copias, que en todo caso deberá ser evaluada por los técnicos, pues la sustitución de la obra original por una copia supone una pérdida de su valor expositivo; pero, al mismo tiempo, muestra su preocupación ante la falta de protección del patrimonio artístico que se encuentra en la calle.

El Neptuno del Parterre es una valiosa obra del escultor y arquitecto italiano Giacomo Antonio Ponzanelli, perteneciente a la escuela de Filippo Parodi en Génova, que data del siglo XVII y que en los últimos años ha sufrido diversos ataques; entre ellos, la rotura del brazo izquierdo o el robo del tridente.

Este último ataque con motivo de las celebraciones del Mundial de Fútbol 2010 se suma al que sufrió hace apenas un mes la estatua Flora de la Alameda, o la Venus de Viveros, salvajemente mutilada en el año 2004, así como las figuras Cubo y Rosario, situadas en el jardín del Turia y atacadas también hace unos años.