Ayer a las 19:30 horas, en el Salón de Plenos del Ayuntamiento de Huelva, se presentaron las nuevas figuras de misterio para la hermandad onubense de Humildad y Victoria. Siete tallas que representan la comparecencia de Jesús preso ante Herodes Antipas, narrada en el Evangelio de San Lucas. El grupo estará expuesto en el consistorio onubense hasta el próximo 20 de marzo, de 11:00 a 14:00 y de 18:00 a 21:00 horas.

Les recordamos que este proyecto, cuyo boceto fue presentado en La Hornacina el 9 de noviembre de 2013 (ver enlace), está compuesto por siete esculturas que representan al tetrarca, su mujer Herodías, los sanedritas Anás y Caifás, que además eran parientes políticos, y tres miembros de la milicia que custodian al reo, dos de la romana y uno de la judía. Se reemplaza así, a excepción del Cristo (1942), el conjunto primitivo, labrado entre 1946 y 1947 por Antonio León Ortega (compuesto por Herodes, el sanedrita acusador y un sacerdote de la ley mosaica), al que se sumaron en los años 90 dos romanos de José Manuel Bonilla Cornejo. Acertadamente se conserva el magnífico trono original de Herodes, obra del tallista onubense Juan López.

Pese a ser conocido este pasaje como el Desprecio de Herodes, cuyo carácter suspicaz y cruel ha sido muy bien reflejado por el artista, lo cierto es que el desprecio fue mutuo, ya que Jesús, que no se manifestaba ni a los soberbios ni a los ingratos, hace caso omiso al gobernante, lo que justifica los iracundos semblante de los tres judíos. El soldado romano que lo lleva prendido con una soga se vuelve hacia el tribunal, compartiendo en parte su cinismo; sin embargo, en su compañero, dispuesto al lado de Cristo, vemos cierta confusión, sopesando la posibilidad de estar ante la presencia de un ser divino.

Mención aparte merece la presencia en el misterio de una rutilante Herodías, princesa idumea que vivió durante años con damas romanas como Livia o Agripina. Herodías era esposa y sobrina de Herodes Antipas, y a sus instancias el tetrarca mandó a degollar San Juan Bautista, quien no paraba de censurar el incestuoso enlace; de ahí que sea mostrada por Rodríguez Picón como una sibilina intrigante. La presencia de Herodías, por tanto, es más bien simbólica, y refuerza el silencio despectivo de Jesús al ser instigadora del crimen contra su primo y representar la impudicia condenable según sus doctrinas.

Todas las figuras son de madera de cedro policromada al óleo para vestir (se exhiben en el Ayuntamiento junto a fotografías de su proceso de ejecución) y llevan ropajes de Jesús Rosado, confeccionados con canon historicista, y orfebrería de Joaquín Ossorio. El nuevo misterio ha obligado a sustituir el antiguo paso en alpaca plateada cincelado en los talleres de Villarreal (1980) por unas nuevas andas en madera de los Hermanos Caballero que serán estrenadas, aún sin concluir, el próximo Miércoles Santo, y que en los próximos años se dorarán.