NUEVA OBRA DE MIÑARRO
Con información de Juan Manuel Miñarro López (18/11/2011)
En este texto quiero resumir los aspectos fundamentales y objetivos de la investigación complementaria que hemos llevado a cabo para la realización de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Amor, imagen titular para la nueva agrupación parroquial que se ha fundado en la Iglesia de Santiago el Mayor de Écija, ya en buen camino para transformarse, en pocos años, en una nueva hermandad de penitencia, y que tendrá, como futura escena de la Pasión, la escenificación del misterio del Prendimiento de Cristo. El motivo de la elección de este momento pasionista queda explicado por deseos de vincular de la futura hermandad a su origen en la iglesia ecijana de Santiago el Mayor, ya que uno de los relieves centrales del altar mayor de dicho templo, tallado por Jorge Fernández Alemán, representa la escena del Prendimiento de Cristo. Como ha sucedido con las imágenes cristíferas que he realizado en los últimos años, ha sido imposible desconectar el trabajo meramente artístico de las investigaciones que llevo a cabo desde el año 2006, cuando me incorporé al EDICES, siglas con las que se denomina al Equipo de Investigación del Centro Español de Sindonología, en el que trabajamos constantemente con los datos que nos ofrecen el Santo Sudario de Oviedo y la Sabana Santa de Turín. Investigar estos objetos es apasionante, y se investigan desde la objetividad científica aunque mucha gente no lo crea así. Dentro del equipo de investigación, de los que menos hablamos es de lo que creemos cada uno o de la fe que cada miembro pueda profesar. Somos un equipo que lo que persigue no es la validación de unas reliquias, sino solamente estudiarlas como objetos materiales; qué son y ver qué información nos pueden ofrecer. Si esta información es auténtica puede llegar a ser muy valiosa. En definitiva, cuando me ofrecieron este encargo encontré dos oportunidades para ofrecer nuevas aportaciones a la representación de la Pasión de Cristo desde el punto de vista de la metodología científica y multidisciplinar. Estas oportunidades eran las siguientes: realizar una nueva versión del retrato del rostro del Hombre de la Síndone, desde el punto de vista fisionómico patognómico (rasgos y expresión), y proponer una nueva forma de representación del fenómeno del sudor de sangre (hematidrosis) con fundamentos científicos. Y como objetivo general de la representación escultórica, nuestra meta ha sido conseguir la representación del aspecto del rostro de Jesús inmediatamente después del primer trance de su Pasión: el sudor de sangre; la llamada hematidrosis, término que procede de las palabras griegas haima e idros. El primer objetivo específico era conseguir una nueva representación del "retrato" del Hombre de la Síndone, basado en los antecedentes de un trabajo en torno a la fisonomía del rostro de la Sabana Santa que vengo realizando desde el año 2001 y que ha dado como conclusión una segunda versión del rostro, que podría ser la verdadera imagen material de Jesús en el caso de que la Sabana Santa algún día sea autentificada por la ciencia. Por lo tanto, el rostro de Nuestro Padre Jesús de la Amor obedece al fruto de años de investigación anatómica, de antropología física, forense, y de iconografía e historia. El segundo objetivo específico era la representación de un drama humano: la angustia sufrida por Jesús en el Huerto de los Olivos. Este episodio solamente lo recoge San Lucas (24, 44), el evangelista al que San Pablo llamó cariñosamente "el médico amado" y que, tal vez por deformación profesional, le llamó la atención un hecho insólito que nadie describe y que él lo hace como médico, de una forma muy simple pero claramente ilustrativa: "Y estando en agonía, oraba más intensamente, y su sudor como grandes gotas de sangre caían hasta el suelo". Estamos en el Huerto de Getsemaní, y Jesús, tras este pasaje de angustia extraordinario, que a nivel fisiológico implicaba un grave trastorno psicogénico, va a ser arrestado. No dicen los evangelios que sale al encuentro de los que venían en su busca pertrechados con faroles antorchas y armas. Jesús, con sus manos abiertas, se enfrenta a ellos, y solamente con el poder de su palabra, los hace caer al suelo. La cohorte compuesta de guardias de los sumos sacerdotes y fariseos se encuentra delante, saliendo de entre la penumbra de los olivos, alumbrados por la fría luz de la luna de Nisan y la calidez de los faroles y antorchas, que alumbran también a un hombre fuerte de rostro febril, demacrado y manchado por un sudor de angustia, teñido de glóbulos rojos que había excretado su cuerpo. Como dice San Lucas, "grandes gotas de sangre que caían hasta el suelo". ¿Cómo resolver el problema plástico de la representación del sudor de sangre? Este reto ha sido tan complejo como en su día lo fue representar los estigmas de la crucifixión del Santo Cristo de la Universidad. Igual que entonces, hemos realizado un estudio fundamentado en una metodología científica y experimental, consultando las fuentes oportunas y a especialistas competentes en medicina. Deseábamos conseguir una representación verídica y objetiva, pero compatible con la ciencia y con el arte. Y sabemos que este hecho no es precisamente lo que abunda en esta tipo de representaciones, realizadas solo desde las técnicas de la tradición artística y la iconografía imaginera, pues la hematidrosis es representada como fruto de pequeñas hemorragias, como si procediesen de heridas abiertas que se expresan con regueros pintados, continuos o discontinuos, y que son más compatibles con la colocación de la corona de espinas que con el fenómeno de la sudoración sanguínea. Para este importante objetivo, hemos contado con la inestimable ayuda y asesoramiento del doctor Antonio Petit Gancedo: nuestro principal colaborador en el proyecto del Crucificado de la Hermandad Universitaria de Córdoba, y que en esta caso, como en el anterior, no ha dudado en solicitar a su vez el asesoramiento de compañeros y compañeras hematólogos. La primera sorpresa de la indagación fue que el término hematidrosis no está suficientemente documentado en la literatura médica moderna. Además, este fenómeno ha sido durante mucho tiempo discutido y negado. Muchos de los casos descritos son relatados, no con intención científica, sino con intención proselitista religiosa, cuando no mágica. El estudio clínico del sudor de sangre no tiene una larga historia: el primero que publicó un ensayo sobre el tema fue Auguste Nicolas Gendrin (1796-1842), y tres años más tarde Auguste Grisole define de alguna manera la entidad nosológica en un tratado de patología. Una nueva contribución médica más depurada se debe a la obra de Jules Parrot (1839-1883), publicada en 1859. Pero pese a estas contribuciones hechas por autores de prestigio, la mayoría de los patólogos, médicos y tratadistas siguieron mirando a esta misteriosa enfermedad con incredulidad, como si de fruto de la fantasía se tratara. Respecto a referencias históricas sobre este insólito fenómeno, tenemos que mencionar una cita en la Historia de los Animales de Aristóteles, donde dice: "Le ocurre a algunas personas tener sudor de sangre debido a su mal estado de salud; su cuerpo en estas circunstancias se hace débil y blando". La segunda referencia nos llega de Lucano (año 39 a 65 en Pharsacia), que nos cuenta cómo los soldados romanos, atravesando los desiertos de Egipto, pasaron todo tipo de calamidades, y uno de ellos, mordido por una serpiente, despide de su piel humor escarlata a manera de sangre, y sus lágrimas eran de sangre y todo su cuerpo era a modo de una gran herida. Ya hemos indicado el origen etimológico del término, incluso podemos ofrecer la definición que da del mismo, el doctor Martin Lara: "trastorno de la secreción sudoral caracterizado por la coloración roja del sudor; esta tonalidad se debe a la presencia de la materia colorante de la sangre: los glóbulos rojos". Sin embargo, no hemos encontrado ningún caso clínico del que exista alguna documentación gráfica moderna en la que nos pudiésemos basar para ayudarnos a la representación del fenómeno. En la medicina moderna, el síndrome más parecido encontrado ha sido el síndrome de Garner-Diamond, descrito en el año 1955, y más tarde, en 1968, por los doctores Ratnoff y Agle, que entonces lo denominaron "púrpura psicogénica". Este trastorno está registrado con casos clínicos y es demostrable en la literatura médica moderna; además, se puede describir de la siguiente forma: "trastorno excepcional [el de Jesús lo fue] en el cual el sujeto, bajo un alto nivel de estrés, ansiedad y debilidad, se le forman como una especies de hematomas bajo la piel que pueden llegar a la extravasación de sangre; producir hemolacrimia y efectos parecidos a la estigmatización". Dado que la talla de la imagen de Nuestro Padre Jesús del Amor es de cuerpo completo y está totalmente policromado, también hemos querido representar en su piel las huellas de la púrpura psicogénica. Si pensamos en el grado de sensibilización que un proceso fisiológico de este género puede producir en un ser humano, imagínense que la piel de éste hombre, al día siguiente, fue sometida a una terrible, sistemática y brutal flagelación, tal y como sabemos y nos ha sido revelado por la medicina forense, y solo gracias a los estudios realizados sobre la Sabana Santa de Turín. El nombre de la corporación que le dará culto es Agrupación de Ntro. Padre Jesús de Amor en su Prendimiento y Concepción Inmaculada de María Santísima. Fue aprobada por la Iglesia el 8 de diciembre del pasado año 2010. La Virgen titular es obra de Francisco Buiza (1974), donada al párroco de Santiago el Mayor y procedente de un asilo de ancianos de La Puebla del Río (Sevilla). Se bendijo el 9 de marzo del año 2008. Aunque se funda en la Iglesia de Santiago, la agrupación y la futura hermandad tendrá su capilla y sede canónica permanente en el Barrio de la Alcarrachela, y ya sus vecinos y Écija entera conoce a esta futura corporación de Semana Santa por el apodo de "Hermandad del Olivo". El nombre del sacerdote fundador es Luis Joaquín Rebollo González. |
Nota de La Hornacina: acceso a la galería fotográfica de la obra a través del icono que encabeza la noticia.
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