CARAVAGGIO. IV CENTENARIO (Y X)
LOS JUGADORES DE CARTAS

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

Una de las obras maestras más tempranas de Caravaggio fue Los Jugadores de Cartas, pintada en torno a 1594 y actualmente conservada en el Kimbell Art Museum de Fort Worth (Texas). La obra despertó la atención del influyente cardenal Francesco Maria Del Monte, que como ya comentamos en su momento fue uno de los mentores del artista. El Cardenal Del Monte fue quien le presentó a las altas esferas de la sociedad eclesiástica romana y le dio su primera oportunidad para trabajar a una mayor escala y con destino al gran público.

En Los Jugadores de Cartas, los tres personajes participan en un juego de naipes, que parece ser precursor del poker. Absorto en sus cartas, a la izquierda, se halla el joven estafado, que no se da cuenta de las señales que el tahúr hace con su mano enguantada a su cómplice, situado en el lado derecho de la escena, el cual busca engañar a la víctima llevando su mano a la espalda para sacar una carta oculta de su pantalón.

Caravaggio no trata el tema como una caricatura del vicio, pero sí de una forma novelesca, ya que la interacción del gesto y la mirada evoca el drama del engaño y la inocencia perdida en el más humano de los términos. Tan soberbia pieza provocó un gran impacto en su época, influenciando a varios creadores en cuadros relacionados con el mismo tema, caso del excelente pintor francés Georges de la Tour y su obra El As de Tréboles.

El cuadro lleva en su dorso el sello del Cardenal Del Monte y figura en el inventario de sus bienes realizado con motivo de su muerte en 1627. Pese a su valía, estuvo durante cerca de 90 años en paradero desconocido hasta que en 1987 fue descubierto en una colección privada europea, pasando posteriormente al museo estadounidense.

Para terminar este especial sobre la vida y obra de uno de los mayores genios de la pintura occidental, comentarles que las circunstancias de su fallecimiento siguen sin estar del todo aclaradas. Recientemente, el examen realizado a sus presuntos restos mediante la prueva del Carbono 14 ha detectado alta presencia de plomo y mercurio, materiales muy empleados por los pintores en el XVII; sin embargo, algunos investigadores siguen dudando sobre la identidad de los mismos. En caso de que sean sus restos los analizados, seguramente habría muerto envenenado, por lo que se confirmaría la teoría del asesinato. Quedan por comprobar con total fiabilidad las pruebas de ADN realizadas a los restos con las del ADN de los descendientes de Caravaggio, polémico hasta después de su muerte.

 

FUENTES CONSULTADAS

CID PRIEGO, Carlos. "Clásicos y Tenebristas", en Arte Barroco y Rococó, Barcelona, año 1956, pp. 574-577.

A.A.V.V. "Caravaggio: La Revolución Naturalista", en La Irrupción de la Pintura Barroca en Italia, Barcelona, año 1996, pp. 222-231.

SUÁREZ QUEVEDO, Diego. "Sombras, Luces y Penumbras en Las Ambientaciones y Figuraciones Artísticas a Fines del Siglo XVI e Inicios del XVII", publicado en la revista Anales de Historia del Arte, número 13, año 2003, pp. 155-189.

RODRÍGUEZ ARANA, Esperanza. "Estudio Técnico y Restauración del Cuadro "Salomé con la Cabeza de San Juan Bautista" de Caravaggio", publicado en la revista Reales Sitios: Revista del Patrimonio Nacional, número 168, año 2006, pp. 52-67.

 

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