El Cristo de la Expiración, titular de la hermandad del mismo nombre de Roquetas de Mar (Almería) fue tallado por el escultor e imaginero sevillano Jesús Curquejo Murillo. Encargado en mayo de 1994, una vez obtenido el visto bueno por parte de la comisión de arte del obispado de Almería, fue concluido en 1996 y bendecido dos años más tarde.

La talla esta realizada en madera de cedro real a tamaño natural. Representa a Cristo expirante en una cruz de tipo arbóreo con cartela en madera envejecida. Hablamos de uno de los mejores ejemplos de la producción de su autor, siempre dentro de los parámetros neobarrocos sevillanos, sobre los que asumió una intención naturalista e incorporó elementos hiperrealistas tanto en técnicas como en formas.

Licenciado en la Facultad de Bellas Artes de Sevilla, Curquejo consiguió después el postgraduado en la Arts Student League de Nueva York, ciudad en la que conoció de primera mano la pintura y la escultura hiperrealista.

Uno de los primeros intentos de renovación, o al menos de evolución mediante la asunción de criterios ajenos al movimiento neobarroco, correspondió a este escultor. Hay que citarlo como auténtica referencia para las nuevas generaciones, sobre todo en aspectos técnicos, en el concepto naturalista aplicado en grado extremo y muy avanzado, y en ciertas notas hiperrealistas.

Todo lo anterior se refleja también en este crucificado para Roquetas de Mar. Frente a la suavidad de su anatomía, contrasta la dureza del rostro, muy cercano al rictus cadavérico, con la boca desencajada exhalando el último suspiro y los ojos vueltos hacia arriba y casi en blanco.