LA OBRA DE ANTONIO CASTILLO LASTRUCCI (XIII)
VIRGEN DEL AMOR Y DE LA ESPERANZA (ALMERÍA)

Jesús Abades y Sergio Cabaco


 

 

 

Realizada apenas dos años después de la Reina de los Mártires, la Dolorosa titular de la Cofradía de los Estudiantes de Almería (1946) continúa con el concepto de belleza juvenil y mediterránea instaurado por el imaginero sevillano Antonio Castillo Lastrucci: de ojos, cabello y carnaciones oscuras, aunque en el caso de la obra que nos ocupa se redondea más el óvalo facial del rostro y se insiste en aniñar las facciones de María.

La Virgen aparece con la cabeza reclinada hacia la derecha y las manos extendidas a la altura del pecho. Lleva tres lágrimas de cristal, una en la mejilla izquierda y dos en la derecha. La nariz es recta y los labios, entreabiertos, dejan ver en su interior los dientes superiores tallados. La rigidez del cuello obedece a la tensión muscular como consecuencia del llanto que padece.

Al igual que sucede con la talla cordobesa de la Hermandad del Silencio, observamos una alteración de la policromía debida a restauraciones posteriores, algo frecuente dada la fragilidad de materiales que habitualmente presentan las imágenes labradas en los precarios años de la posguerra española. En este caso, se advierte la huella de Luis Álvarez Duarte, quien la restauró en los años 1989 y 1996.

Hoy en día, la fisonomía de la Virgen del Amor y de la Esperanza recuerda a la de la Virgen de los Dolores del municipio sevillano de El Rubio, obra también de Castillo Lastrucci (1956) restaurada por Álvarez Duarte.

 

Fotografía a color de Guillermo Méndez Sánchez para Ser Silencio
Fotografía en blanco y negro de Daniel Pérez López para Paseo Cofrade

 

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