La imagen más venerada del municipio sevillano de La Puebla de Cazalla es, sin duda alguna, la que corresponde a la patrona del lugar, Nuestra Señora de Virtudes. Se trata de una talla en madera policromada y estofada, realizada por el escultor Antonio León Ortega, verdadero renovador de la imaginería procesional y devocional del siglo XX en opinión del estudioso Francisco Rodríguez Prados, sobre todo haciendo y realizando imágenes para Huelva, su provincia, y varias localidades de Sevilla.

El propio Rodríguez Prados apunta que nada se sabe del origen devocional a la Virgen de las Virtudes, pero es de suponer que poseía ermita propia en los años del Renacimiento, pudiendo ser la familia de los Ureña los precursores de esta advocación -aunque sepamos que es propia de la Orden de Calatrava a la que pertenecían los Duques de Osuna, dueños y repobladores de La Puebla de Cazalla-, aunque algunos estudiosos hayan apuntado que en el Castillo de Luna pudiera ser que existiera una capilla destinada a su culto.

Según un inventario de 1886, a la Virgen de las Virtudes se la mencionaba así: "Una imagen de Nuestra Señora de las Virtudes de madera tallada con un niño en los brazos la una y el otro en muy mal estado y de ningún mérito artístico", por lo que podemos comprobar que no se trata de la actual y se encontraba en la actual iglesia del Convento de Mínimos, que por aquel entonces ejercía de iglesia parroquial hasta que se terminase la que es hoy en día parroquia de la localidad, ya que fue derruida por las tropas francesas a principios del siglo XIX cuando tiene lugar la Guerra Española de la Independencia contra el yugo napoleónico.

Volviendo al icono actual, hablamos de una de las mejores imágenes marianas del autor. Fue realizada en 1948 y aparece sentada sobre un lujoso sitial, portando el cetro real con la mano derecha. El Niño, sentado sobre su regazo, la abraza amorosamente al tiempo que sostiene la bola del mundo con la mano izquierda. El modelo sería continuado por Antonio León Ortega, con ligeras variantes, en la Virgen de Andévalo (1953), patrona de la localidad onubense de El Cerro de Andévalo. 

En la fotografía en blanco y negro podemos observar la clamorosa llegada de la Virgen de las Virtudes a La Puebla de Cazalla en el año 1948. Por último, hay que señalar que su festividad se conmemora el día 15 de agosto, con la salida procesional de la imagen por las calles del pueblo bajo un palio sencillo.